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Voto de Biopunk:
5
7.4
17,770
7 de mayo de 2022
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mítica superproducción del 1956 que nos narra una de las historias religiosas más conocidas. Con sus luces y sombras, diría que merece la pena verla al menos una vez, por su gran despliegue de medios, su atractivo uso del lenguaje, la asombrosa ambientación y la siempre entretenida trama bíblica, con sus rebeliones al poder, furia divina, plagas, muerte, pecado, venganza y redención. Consta además de escenas de gran fuerza que han perdurado en el tiempo, como la apertura de las aguas o la neblina de la muerte avanzando por Egipto.
Ahora bien, las tablas de los mandamientos no son de oro. Las interpretaciones, aún con el encanto teatral de la época, son en su mayoría insustanciales. Poco más destaca que Charlton Heston, que podríamos decir que interpreta a dos personajes: el Moisés Hombre, de gran magnetismo y carisma, de príncipe a esclavo y revolucionario; y el Moisés Divino, profeta de fe inquebrantable, ejecutor de la voluntad de Dios repartiendo terrible sufrimiento y en constante trance. Ambos interpretados de forma solvente, si bien se pasa de uno a otro de forma abrupta, pero eso es más problema del guion.
Los efectos especiales seguro que eran la bomba en su momento, pero han envejecido de forma lamentable, y al ser una película que se basa principalmente en ellos se ve bastante perjudicada en ese aspecto, convirtiendo momentos tensos y dramáticos en ridículos.
La duración tampoco ayuda. Es demasiado larga y tiene excesivos momentos en los que provoca aburrimiento, físico y espiritual. De las dos partes diferenciadas de la película, la primera es claramente superior y con mejor ritmo, y a pesar de que en la segunda se encuentran las escenas míticas, se convierte en irregular, pesada y Moisés pasa a ser un personaje demasiado lejano para el espectador, cortando la empatía.
Sobre las incongruencias del argumento sigo en el spoiler.
Ahora bien, las tablas de los mandamientos no son de oro. Las interpretaciones, aún con el encanto teatral de la época, son en su mayoría insustanciales. Poco más destaca que Charlton Heston, que podríamos decir que interpreta a dos personajes: el Moisés Hombre, de gran magnetismo y carisma, de príncipe a esclavo y revolucionario; y el Moisés Divino, profeta de fe inquebrantable, ejecutor de la voluntad de Dios repartiendo terrible sufrimiento y en constante trance. Ambos interpretados de forma solvente, si bien se pasa de uno a otro de forma abrupta, pero eso es más problema del guion.
Los efectos especiales seguro que eran la bomba en su momento, pero han envejecido de forma lamentable, y al ser una película que se basa principalmente en ellos se ve bastante perjudicada en ese aspecto, convirtiendo momentos tensos y dramáticos en ridículos.
La duración tampoco ayuda. Es demasiado larga y tiene excesivos momentos en los que provoca aburrimiento, físico y espiritual. De las dos partes diferenciadas de la película, la primera es claramente superior y con mejor ritmo, y a pesar de que en la segunda se encuentran las escenas míticas, se convierte en irregular, pesada y Moisés pasa a ser un personaje demasiado lejano para el espectador, cortando la empatía.
Sobre las incongruencias del argumento sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia tiene un problema evidente y es la falta de un mensaje claro y contradicciones en la lógica de la misma, aunque es cierto que puede ser culpa del mismo texto del que sale.
Lo que en principio parece una historia sobre la libertad, la esperanza y la adquisición de una positiva conducta moral, se diluye con un Dios cruel que pide valores que él mismo incumple, véase como asesina cientos de egipcios e incluso un niño a pesar de decir aquello de ‘No Matarás’, o solo salva al pueblo de la esclavitud para condenarlos a una vida de sufrimiento en el desierto como castigo por quebrantar los mandamientos que aún no les había proporcionado y que él mismo parece romper. Mucho sentido no tiene.
Lo que en principio parece una historia sobre la libertad, la esperanza y la adquisición de una positiva conducta moral, se diluye con un Dios cruel que pide valores que él mismo incumple, véase como asesina cientos de egipcios e incluso un niño a pesar de decir aquello de ‘No Matarás’, o solo salva al pueblo de la esclavitud para condenarlos a una vida de sufrimiento en el desierto como castigo por quebrantar los mandamientos que aún no les había proporcionado y que él mismo parece romper. Mucho sentido no tiene.