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España España · Crystal Lake
Voto de Biopunk:
4
Ciencia ficción. Terror Marooned, un desolado planeta oscuro de Morganthus es el último lugar del que se tuvo noticias de la tripulación de la nave espacial Remus. Desde la Tierra responden a la llamada de ayuda procedente de la nave, pero ante la ausencia de respuesta se organiza una misión de rescate comandada por el capitán Trantor, el joven Camprer y Alluma, una humana sumamente sensible a la presencia de fuerzas de vida extraterrestre. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si la carátula no deja claro qué película estás a punto de ver, los primeros minutos te lo confirman a lo grande. En algún lugar de la galaxia un hombre escapa de algo, aporreando botones como un poseído y corriendo sin sentido de un lado para otro. En algún otro punto del universo, un ser extraño que brilla mucho y dice ser el maestro de alguna cosa se pasa el día jugando al tres en raya tridimensional con un oráculo desdentado. No sabemos nada más, pero ahí queda eso.

Superadas esas escenas iniciales tan apasionantes e intrigantes, pasamos al verdadero meollo de la historia. Hay que rescatar a la tripulación desaparecida de una nave en un extraño planeta y para ello envían una nave de rescate con la peor tripulación posible, por si desaparecen también. Esta tripulación de pirados es una risa, en ella nos encontramos con el loco de los cristales, que al parecer solo ataca con cristales, se defiende con cristales, y suponemos come cristales, duerme en una cama de cristal y lleva zapatos de cristal. Nadie lo supera, pero la loca de la capitana, que al parecer es la última superviviente de alguna misión relacionada, poco le falta. Ésta está obsesionada con llegar pronto al lugar de la misión, a golpe de hiperespacio, para luego dejar que sean los otros los que exploren el planeta mientras se pone a jugar a un videojuego de marcianitos. Cosas de capitanes. Entre los demás integrantes también se encuentra un tío muy tenso que da las ordenes y es completamente ignorado, una prima de Ellen Ripley que hasta parece la propia Ripley en algún plano, Robert Englund, que a las primeras de cambio ya se encuentra entre las piernas de una mujer, una rubia cañón que será vilmente mancillada por un gusano espacial imaginario violador en una escena inmortal, o un viejo que no dice nada toda la maldita película, pero en el fondo es el más tarado de todos.

En cuanto a ambientación, en exteriores tenemos escenarios sombríos, calcos de Alien incluso en los sonidos, que no están del todo mal pese a notarse muy cutres. En interiores la influencia principal son las discotecas, con sus luces de colores y neón, parpadeantes y cambiantes, y solo superadas por la oscuridad reinante.
Hay muertes que tienen lo suyo, al menos un par de escenas que pueden pasar al clásico de lo cutre, acompañadas de casquería, monstruos horribles y diálogos vergonzosos. El vestuario es ridículo, como era de esperar. El guion no tiene pies ni cabeza y pasa por varias etapas: un inicio en que siembra la semilla de una historia disparatada, un nudo donde desaparece, y un desenlace donde se desmadra y se pierde en desvaríos del 'todo vale'.

Al final, pues te hechas unas risas. Si es que estos bodrios de la caspa no están tan mal, pese a lo mal que están.
Biopunk
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