Esta entrega es tan mala que a su lado las dos anteriores parecen hasta entretenidas. Es mockumentary a duras penas, porque aquí la cámara graba lo que quiere desde donde quiere con cambios continuos de plano. Las historias también se desmarcan del tono de la franquicia, con menos maldad, y se convierte así en una película que no tiene nada de su título (V/H/S), siendo una simple sucesión de cortos de terror de baja calidad. Seguro que no es del agrado de todos, especialmente porque las historias son una mierda.

- La historia conectiva sufre un cambio radical con respecto a las anteriores. El mal deja de estar encerrado y se torna viral, transmitido por la señal de un camión de helados que va dando vueltas por la ciudad. Esta historia es exagerada y no tiene ningún sentido. El bajo presupuesto le pasa factura en los efectos. Está compuesta de micro-historias bastante malas también. Un 1.

- Llega la primera historia. Un mago encuentra una capa que le permite hacer magia de verdad, más allá de simples ilusiones. Un verdadero coñazo, la historia pretende ser una especie de capítulo de ¨Crímenes imperfectos¨ u otro documental similar. Falla estrepitosamente y tiene una pelea final cual superhéroe vergonzosa. Nefasta. Un 2.

- La siguiente es la única historia aceptable del conjunto. Un hombre consigue abrir un portal a otra dimensión... y es mejor no decir nada más, pero para que os hagáis una idea parece un capítulo de “La Dimensión Desconocida” influenciado por la ¨nueva carne¨ de Cronenberg. Su corta duración la limita, pero se aprecian ideas bizarras y perturbadoras. Además es el único corto que respeta lo que era VHS. Un 6.

- Y por último, un grupo de estúpidos skaters se acercan a hacer piruetas en unas rampas usadas para rituales satánicos. Lo típico. La historia se convierte en un videojuego de matar satánicos. Penoso. La cámara se mueve más que en ninguna otra historia, mareando hasta producir dolor de cabeza. Basura, un 0.

En definitiva, insufrible. Como mucho se le puede echar un ojo a la historia del portal a otra dimensión, que por cierto está dirigida por el español Nacho Vigalondo. Lo demás es tiempo perdido.