y sale de su casa dispuesto a comprar un poco de lechuga para sus hijos en el susodicho supermercado pero a mitad de camino resulta que se da media vuelta y en lugar de al Mercadona se va al cine a ver esta película. Vamos, que la película parece que va para un lado, una crítica social hacia la cárcel y la adaptación del preso a la realidad después de veinte años en prisión, y de repente hace pum, se cayó, se levanta y da una vuelta de campana completa.

Los actores tienen fallas la verdad, se notan algunas carencias y la verdad que aunque sea una primera película, los actores no tienen por qué ser malos pero ahí está eso y no desmerece para nada el guion tan estrambótico que nos presenta el director plasmado en la pantalla.

En cuanto a lo demás no lo voy a contar porque no quiero destripar la película. Solo recomiendo verla porque la verdad es bastante sorprendente, a ver cuándo le compran los derechos en Hollywú.