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España España · Baltimore
Voto de ndpru:
8
Drama La joven y ambiciosa Nomi Malone (Elizabeth Berkley) viaja a Las Vegas con el objetivo de convertirse en una estrella del espectáculo. Empieza trabajando como bailarina de strip-tease, pero acaba consiguiendo una audición para cantar en el coro de una obra del Casino Stardust, donde trabaja la starlette Cristal (Gina Gershon). Sin embargo, Nomi no tardará en darse cuenta de que el mundo que la rodea es más duro y menos brillante de lo que pensaba. (FILMAFFINITY) [+]
15 de abril de 2013
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los 90 nos dejaron varias cosas interesantes: la dimisión de Margaret Tatcher, Courtney Love, la oveja Dolly y Nomi Malone. Pero siendo la hermana fea y marginada de los 80, los críticos que diez años atrás se las daban de modernos se escandalizaron por dos tetas y cuatro pezones.

"Showgirls" es una película casposa y barroca que sigue la premisa de "contra más recargado, mejor". Es un compendio de lo kitsch y lo vulgar y del trash más ambicioso y excesivo. ¿La convierte eso en el peor film de la década? ¿O es que realmente hay gente que no es capaz de lidiar con tanta sinceridad en pantalla? Es tan absurdo escandalizarse por cuatro bailes en pelotas en Las Vegas como levantarte con resaca y preguntarte por qué. Y Verhoeven, que ha tenido más de una resaca, nos sorprende con Nomi Malone: un ser casi mitológico que lo mismo copula usando el ataque de la anguila eléctrica que se vuelve chunga y venga a su amiga desposeída del poder de enhebrar agujas.

Elisabeth Berkley, fiel representante del método "Stalinwhisky", ya se veía rica y famosa como Sharon Stone tras "Instinto Básico". Seguramente pensó que se iba a llevar el Oscar con "Showgirls" y le dieron lo que había más a mano, o sea, el Razzie. Un poco como llevar un "Verséis" en vez de un Versace. Es una actriz mediocre, sí, pero es justamente lo que la película necesita. Verhoeven quería a Drew Barrymore para el papel e incluso Charlize Theron se presentó al casting, pero para qué quieres una buena actriz cuando necesitas una que rezume decadencia en la búsqueda del sueño americano más sucio.

Pero el crítico de cine, ese otro ser mitológico que quiere casi tanto el foco a su persona como la propia Diosa del Stardust, se empeña en criminalizar el sexo y convertirlo en algo tabú, y decide no comulgar con la naturalidad helenística frente al desnudo. Él es así. Y se cree las escenas en las que una actriz practica sexo con el sujetador todavía puesto porque eso es lo habitual en el mundo terrenal. Y mientras, Gina Gershon sonríe sabiendo que es la villana perfecta. Y Elisabeth Berkley juega al Cluedo buscando a los culpables del hundimiento de su carrera. Pero Verhoeven se ríe de los seres mitológicos que no saben que el foco le apunta siempre a él.
ndpru
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