Esta peli es mala, no por la ambientación futurista de lo que en los años 70 se pensaba que sería el futuro, si no porque es mortalmente aburrida. Hay pocos personajes y sus tribulaciones son totalmente prescindibles. El entorno de la nave tan fría y tan limpia que parece un quirófano, tampoco empatiza con el espectador.

Hay algunos guiños a la sociedad de los 70. Las videoconferencias necesitan de teléfono clásico y monitor de 7 pulgadas, las grabaciones se hacen en VHS, y hay un afroamericano al que todos hacen vacío por ser negro. El guión también plantea que una esposa no quiera tener relaciones sexuales con su marido, y que el capitán de la nave sea homosexual (quizás eso en los 70 llamase la atención de alguien, pero en el 2014, no).

Liv Tyler, la que un día fuese una encantadora y sensual ninfa, se ve ahora aviejada y antinatural (ignoro si por cirugía o por droga, pero algo no me termina de convencer).

En resumen, un futuro distópico en el que dan ganas de suicidarse de puro tedio.