Estaba ahí entre ceja y ceja tratando de comprender esos apareos y constancia dejada por estos aves que no pueden volar como los dodos. Una muestra más que somos más parejos y cercanos a los animales, son los sentimientos expresados en pasos de baile como la única forma de transcicionar la reproducción de un arte que habla del ejercicio, del lenguaje corporal y el encantamiento surgido en innoperancias en medio de un casi catalizador ártico que urgía en la falta de reproducción y alimentación para las especies que la habitan.
Entre más parecido seas Mumble y creas que sin la música el mundo se mantendrá apagado, débil e inmóvi, es porque tienes un pase asegurado para echarle una miradita al otro lado de los pinguinos.
Contagioso, muy bien elaborado y una lección rítmica y algorítmica de protestar bajo el comando de Gloria, o lo era Mumble o era el escuadrón del gurú amoroso. Al final todos tenemos a ese rey adentro.