El que este producto audiovisual fuese en su momento un éxito de público en un momento en el que había otros canales para elegir, es preocupante se mire desde donde se mire..

Yo diría que es un exponente magnífico de la vertiente española de la "serie familiar": un mamotreto rancio, ñoño, insustancial en el contenido y cutre en las formas, y básicamente un insulto a la inteligencia. Cabe además el agravante de que al tener sus años, ni siquiera se atrevían a meter tacos en los guiones, trufados de cáspitas y córcholis. Como regla general, una serie que gusta por igual a abuelos y niños no puede ser sino un soberano bodrio de manos blancas que se te meten hasta la campanilla hasta producir el vómito.

¿Qué más decir del tandem Écija-Aragón?. Al primero se le vendió en su momento como el renovador de la ficción española, convirtiéndose en un capo de referencia: a toro pasado, y a la vista de su nueva excrección Aguila Roja, este señor debería estar relegado a labores tales como traer los cafés o ajustar los focos, porque con excelsos antecedentes en televisión como Turno de Oficio o los Pazos de Ulloa, hay que tener valor para hacer lo que el hace. Emilio Aragón, por otra parte nunca fue especialmente gracioso y su personaje sin tacha ni recovecos es básicamente repugnante.

En resumen, residuo friki que ha envejecido fatal.

PD: Chechu era un mocoso asesinable y Lydia Bosch una auténtica fábrica de gays, que asco de mujer...