Aunque el conjunto no pasa de ser una película honesta, pequeña y entretenida (lo cual no es poco), lo cierto es que contiene momentos muy logrados y a ratos memorables. Podría considerarse de una reivindicación de todos aquellos a los que el cine Slasher había convertido en cretinos psicópatas embrutecidos por la ignorancia y con gorras de visera llenas de mugre: Tucker & Dale son dos hillbillies sencillos y entrañables que solo aspiran a ganarse el pan y a poder ir a pescar de vez en cuando, y que se ven envueltos en un sindios de equívocos y muertes violentas. Por una vez los estúpidos son los sofisticados universitarios de ciudad, y no revelaré más de la trama. Aunque es cierto que al final del metraje pierde fuelle, las situaciones descacharrantes se suceden y son filmadas con gran habilidad, destacando un gran trabajo por parte del duo protagonista, que da el pego como paletos. En definitiva, divertida película imprescindible para los amantes del género.