Dejando a un lado el debate estéril sobre su lugar en la trilogía, yo resumiría el asunto en un par de frases: imprescindible verla si se han visto las otras dos y, en efecto, es inferior, matizando lo que esto significa. La película comienza francamente renqueante pero por suerte remonta lentamente hasta un final digno y coherente con la lógica interna de la saga, que no es poco. No hay nada que reprochar al tono crepuscular, nostálgico, que tiñe toda la trama y el aspecto visual, pues de hecho era inevitable recrearse con personajes y actos del pasado, y en mi opinión el Michael Corleone viejo y vulnerable que compone Pacino es perfecto tal y como está. No, el gran error de Coppola es el contrapunto propuesto a la vieja familia y que debe cerrar el círculo con su renovación: de Sofia Coppola se ha dicho todo ya, y no soy capaz de encontrar argumentos sólidos para darle un papel clave en la película, pero me parece más relevante la elección de casting de Andy Garcia. Si tenemos en cuenta que lo anteceden Brando, DeNiro, Pacino y Duvall, debió ponerse más esmero al seleccionar el actor, pues Garcia solo aporta al personaje un aspecto latino y poco más: qué poco transmite en las diferentes situaciones y qué poco creíble está en su ascenso de matón de tres al cuarto a capo di capi. Con un actor de garra El padrino parte III hubiera subido algún punto, pero en cualquier caso es una película impecablemente planteada y muy disfrutable.

PD: cambiar a Tom Hagen por el personaje de George Hamilton es, como poco, peculiar.