La provincia mexicana sin ley, vuelve a enmarcar una historia, de esas que se escuchan en los noticieros y que desafortunadamente nadie se encuentra exento, en un país que dejó crecer problemas y en el libre albedrío la población se vuelve participe directa o por omisión de los secuestros, la extorsión y por ende de los desaparecidos.

«La civil», recae directamente en Cielo, interpretado por Arcelia Ramírez, una mujer que después de ser avisada del secuestros de Laura, su hija, no dará tregua para dar con su paradero. Sin resignación, acudirá al exesposo, a la autoridad, a los grupos de seguridad e incluso al mismo secuestrador para lograr una confesión. Sin embargo, en su deambular la constante es la indiferencia, en el que su caso sólo es parte de una estadística y las condolencias resultan tan habituales cómo huecas.

Rodada en alguna región del país, las locaciones a la par de un trabajo histriónico de bastante compromiso y una fotografía con encuadres de gran valor, hacen de «La civil», nuevamente un título desgarrador minucioso en su estética.

Un metraje de denuncia, sórdido, que reitera todo una media de problemáticas que se interrelacionan al cobijo de la impunidad y la falta de iniciativas para terminar con ellas.