En la niñez de muchos de nosotros el termino “justicia” es absoluto e inquebrantable, mientras que la corrupción y los abusos no tienen cabida, convirtiendo la imagen del soldado y policía (autoridad) en heroíca. Todo esto se rompe cuando la visión va más alla de la polarización entre lo blanco y lo negro, los buenos y los malos o la honestidad y la ventaja.

Dobermann es un filme ilustrativo del cambio de roles, los supuestamente guardianes del orden buscan terminar con el contrario y usarán todo a su alcance para lograr el objetivo, quedando expuesto el abuso e intolerancia de los cuerpos que componen la autoridad.

A pesar de ser un guión rudo y exagerado, resulta ser de reflexión

Apto para los amantes de la acción, conjugada con violencia, drogas y sexo.