Hitchcock se hace aquí cargo de un proyecto de bajo presupuesto, una película de espías ambientada en Holanda que se parece más a las de su etapa inglesa que a las que posteriormente rodaría en Hollywood, con Joel McCrea (de quien Hitchcock no tenía demasiado buena opinión) como protagonista y George Sanders y Herbert Marshall de secundarios de lujo.

Un periodista (McCrea) es enviado a Europa como corresponsal para informar sobre la marcha de la guerra pero, como no podía ser de otro modo, se ve inmerso en una trama de espionaje con los nazis de por medio. Acompañado por los reporteros Sanders y Benchley, la inocente Larayne Day y su padre H. Marshall, veremos como el pobre hombre se ve metido de repente en un montón de líos.

A menudo tachada de obra menor, cuando no de simple producto propagandístico de la intervención americana en la 2ª Guerra Mundial, “Enviado especial” es una magnífica película. El vigoroso ritmo de la narración y la ambientación hacen de este film un verdadero monumento al cine. La trama es sumamente emocionante y nos mantiene constantemente pegados a la pantalla. Fascinante la habilidad de Hitchcock en la planificación de escenas con su habilidad en los detalles y la ilustración de situaciones y personajes, y además, como siempre, nos permite disfrutar de ciertas escenas con su toque de humor característico.

Contiene dos fragmentos, que podrían aparecer en cualquier antología del cine de Hitchcock: la escena en que el periodista se da cuenta de que las aspas de un molino se mueven en dirección contraria al viento, con lo cual sospecha que el tipo al que perseguían puede estar dentro emitiendo señales para que aterrice un avión, y el asesinato bajo la lluvia, con la multitud protegida por los paraguas, un momento de gran cine que sólo podía venir de Hitchcock

Los escenarios holandeses (Ámsterdam y el molino) fueron reproducidos en estudio. Hitchcock sondeó primeramente a Gary Cooper para el papel protagonista, pero éste lo rechazó.