Quién nos iba a decir hace unos años, cuando el género del western, las eternas películas de vaqueros, parecía agonizar hacia el precipicio, que gracias a Tarantino y a unos cuántos entusiastas recobraría la fuerza perdida por el desgaste de los años y la aparición de la tecnología. Aunque ‘Bone Tomahawk’ se hace a mi gusto un pelín lenta, es un nuevo ejemplo de que el género sólo se transforma.

Situándonos en una pequeña localidad, no faltan los grandes ingredientes del género: el sheriff (siempre es de agradecer tener a Kurt Russell en el reparto y más si es en el oeste), los buenos, los malos, rescate, secuestro… y un ingrediente sorpresa: los caníbales.

La película podría haberse ahorrado ciertos detalles dignos de una película de terror (y no hablo de los sustos, pues no los hay), pero en vez de ello, su director y guionista S. Craig Zahler (ojito porque esta es su opera prima) se refugia en ambos géneros consiguiendo un empaque sólido en la cinta. Una mezcla perfecta entre ‘Centauros del desierto’ (por personajes y diálogos) y ‘Holocausto caníbal’ (por el gore, pero sin caer en lo gratuito).

Sin casi música, con un metraje bastante largo (se me hizo pesado algún momento) pero con entretenimiento asegurado y un final muy curioso, ‘Bone Tomahawk’ seguro que despierta vuestra curiosidad.

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