Lo que más me gusta sin duda de esta película es el espíritu crítico que tiene hacia la evolución tecnológica llevada al ámbito social.

Las escenas en el metro o en la calle, donde solo vemos personas individuales con cascos mirando a sus tablets, moviles, hablando con alguien al otro lado...quizás hablando con su propio sistema operativo, son alarmantes... Desde luego no hace falta irse a un futuro muy lejano ya que es algo que lo podemos ver hoy día.

La evolución de Samantha de asistente o secretaria virtual a amiga, confidente, amante y pareja, así como sus miedos e inquietudes o su inteligencia pueden hacer que te enamores de ella, como le pasa a Theodore...pero es aquí donde debemos distinguir entre máquina y ser humano.

En cuanto a Theodore tenemos claro que se ha enamorado... Pero en cuanto a Samantha siempre nos vamos a preguntar si es realidad o ficción... Está claro que ella está programada para crecer y actuar como un ser humano, lo cual engaña a Theodore que ve en ella un ser perfecto, inteligente y con comportamientos humanos.

Pero no es mejor aprovechar el tiempo en recuperar al amor de su vida? Sacrificar la perfección, la super-inteligencia y la comodidad de una máquina por las virtudes y defectos de un ser humano? Aquí se nos presentan a dos parejas que rompen su relación para acabar saliendo con sus respectivos sistemas operativos, buscando la salida más fácil, la de estar con alguien que sabe todo de ti y todo lo que te gusta... Y hacer solo lo que a ti te gusta... Que te lleve a comer lo que a ti te gusta, a los sitios que a ti te gustan... No sería mejor sacrificar ese egoísmo y compartir tus gustos con los de la otra persona? Aprender el uno del otro? Vivir la realidad y no una ficción. Si realmente nos encaminamos a esto..tenemos un problema...

En cuanto a la escena de sexo virtual...está claro que lo físico no es necesario para conectar, solo escuchar la voz de la persona que quieres ya te crea sentimientos y al tratar de ponerle un cuerpo a esa voz, él sabe que no es ella y que así no puede funcionar,que no está bien... Eso la máquina no lo entiende, como tampoco entiende que esté mal que mientras habla con el lo hace con otras 8000 personas más al mismo tiempo...estando enamorada de 600.
Lo cual es una crítica a las redes sociales donde actualmente hablas con mil y tonteas con 600, lo cual genera inseguridad en la otra persona... Ese sentimiento de exclusividad, de sentirte valorado y no ser uno más y que ponen en riesgo la sinceridad, la lealtad, la confianza, la fidelidad... Valores que Samantha jamás podrá entender y valores que el ser humano está perdiendo gracias a las redes sociales.

Esperemos que todo el mundo se vea reflejado y piense hacia donde estamos yendo y si merece la pena sacrificar una mirada, una sonrisa, un beso en la mejilla, un abrazo, incluso un tortazo, por una falsa y cómoda realidad virtual donde los sentimientos se destruyen quedándose en simples sensaciones.