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España España · MADRID
Voto de Spark:
4
Intriga. Thriller. Terror Historia ambientada en 1830 sobre un veterano detective, Augustus Landor, que intenta resolver unos asesinatos cometidos en West Point con la ayuda de un joven cadete al que el mundo conocería luego como Edgar Allan Poe.
11 de abril de 2024
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Adaptando la novela de 2003 del mismo nombre de Louis Bayard, "Los crímenes de la academia" se nos sitúa como una cinta de misterio criminal en el Nueva York del siglo 19. El detective viudo Augustus Landor (Christian Bale) es contratado para investigar la muerte de un cadete en una academia militar. Para aclarar si ha sido un suicidio o un asesinato y quien se halla detrás de tanto misterio, el protagonista decide reclutar como ayudante a un joven Edgar Allan Poe (Harry Melling).

Pero no se lleven a engaños, pues el que la cinta aproveche el homenaje a Edgar Allan Poe (el autor más relevante de relatos cortos de terror gótico, el inventor de la novela detectivesca, el literato capaz de aunar poesías y sátira negra) que Louis Bayard hace en su novela proponiéndole como co-protagonista de este caso homicida... no quiere decir que con lo que nos topemos tenga la misma calidad argumental que las obras de Poe. Porque no lo tiene, ya se lo adelanto.

Por el contrario nos topamos con un misterio asesino bastante exiguo, con giros cogidos con alfileres y una urdimbre de lo más limitada y superficial. ¡Vamos que me ponen al lado un telefilm de sobremesa de Antena 3 y apenas puedo distinguir las situaciones y "sorpresas" que aquí nos aporta Scott Cooper. Incluso un capítulo de una serie procedimental de casos episódicos como "C.S.I.: Miami" (2002-12), Ley y orden" (1990-) o "El cuerpo del delito" (2011-13) presenta más mimo en los detalles indagadores o el estudio del caso en particular. Éste es el principal lastre del film que lo torna en una anécdota bastante olvidable... sino fuera porque de tanto en cuanto nos deja retales de una singularidad muy curiosa.

Hablo por supuesto de la subtrama personal que encarna con suma habilidad Harry Melling (jamás pude imaginar tras su icónico Dudly Dursley de la saga "Harry Potter" que iba a lograr desencasillarse por completo; primero con un radical cambio físico y luego ofreciendo trabajos tan diestros como perturbadores. Primero en "El diablo a todas horas" (2020) y luego en este "Los crímenes de la academia". Hay que seguir con gran interés su carrera actoral porque promete grandes cosas) y que hace pensar al espectador que su peculiar forma de ver la vida resulta de lo más fresca e insólita. Por desgracia la cinta apenas puede esbozar esta arista del conjunto, ya que el film se divide demasiado entre las grises búsquedas y descubrimientos del detective encarnado por Bale y ese ten con ten del Poe interpretado por Melling con su interés romántico... y al final no llega a escarbar con astucia y madurez en ninguna de las dos vertientes del relato.

Se queda pues en un desarrollo argumental más bien casual y superficial. Bastante trillado y usual en su parte de indagaciones del crimen en cuestión, y demasiado timorato en el pedazo que le toca al personaje de Poe/Melling (que tiene mayor fortuna con el libreto pero tampoco una fortuna sobresaliente). Una trama telefilmera en su resultado final que es alzada por una ambientación bellísima.

Porque eso sí, la película de Cooper ("Crazy Heart" (2009), "Black Mass: Estrictamente criminal" (2015)) tiene una fotografía para enmarcar. ¡Es más!, diría que es su largometraje con mejor puesta en escena (y eso es decir mucho). La majestuosa elección de sus nevados y fértiles exteriores colmados de vegetación otoñal y vetustos caserones, el uso de la luz tanto en los interiores centrados en el fuego de las velas como en los incómodos exteriores te atrapa por momentos (básicamente cuando el film trata de silencios y de muestras de paisajes y escenarios sin nada más. Cuando el film comienza con sus momentos de desarrollo argumental la cosa empieza a evidenciarse como bastante boba y limitada) es algo que el director de Virginia aprovecha con paneos, travelings cenitales y planos amplios durante gran parte del metraje y se agradece. También se agradece contar con un reparto sólido que aporta naturalidad a sus roles (sin embargo milagros no puede hacer. Ni Bale ni Gillian Anderson ni Toby Jones ni Robert Duvall ni Timothy Spall... ni siquiera el que tiene el papel más jugoso que es Melling) y un vestuario competente (aunque la banda sonora es desmerecedora de cualquier mención).

Así pues tenemos una película marrullera maquillada en su insignificancia argumental por un diseño de producción notable y unas actuaciones muy dignas. A nivel global no se puede decir que esté a la altura del suspense gótico de "El secreto de Mary Reilly" (1996) o "Entrevista con el vampiro" (1994) o de los thrillers de misterios criminales como "El secreto de sus ojos" (2009) o "Zodiac" (2007). Digamos que es más bien equiparable a "La mujer de negro" (2012), "Mr. Holmes" (2015) o "Winchester" (2012). Así que es recomendable como pasatiempo si gustan de ese tipo de cintas o si no se tienen demasiadas expectativas más que las de pasar un rato distraído en su mayor parte.

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Harry Melling.
Lo peor: Todo lo que envuelve a los criminales satánicos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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