Producción española pero con elenco internacional (en aras de un mayor tirón comercial en la taquilla americana) que cuenta con la siempre interesante aportación de J.A. Bayona en la producción, y que trata el género del suspense psicológico y de terror. "El secreto de Marrowbone" nos sitúa en una familia inglesa de los años 60 que emigra a los Estados Unidos más campestres huyendo del terrible patriarca. Y así la madre Rose y sus hijos Jack, Billy, Jane y Sam se sitúan en una mansión desvencijada y fantasmal.

Mezclando las amenazas que padece esta familia; el film mezcla terrores fantasmales de casa abandonada, con el temor latente de un paterfamilias homicida y la molestia de un ávaro albacea empeñado en arruinar a esta familia.

Lo cierto es que el film juega muy bien con todos sus ingredientes. Los misterios se elaboran con el suspense requerido, generando una incertidumbre y expectación de lo más emocionante para con el espectador... ya sea por el sabroso ensamblaje en su guión o por la puesta en escena turbadora usual en este tipo de cintas. No es que estemos ante unas intrigas fantasmagóricas inusuales o depuradas y cuidadas al detalle, pero resultan provechosas en sus golpes de efecto. Desde luego el espectador degustará varios sobresaltos y una inquietud casi constante.

La trama además no deja de lado otros matices cruciales para completar un buen metraje. Pues no todo en "El secreto de Marrowbone" es puro suspense y horror, la cinta edifica a sus personajes sin hondanadas pero con soltura. Y nos ofrece a una familia en la que los sentimientos de amor fraternal se transmiten con naturalidad y cercanía, gracias a la combinación del tacto de su guión y sus diestras interpretaciones.

Y es que lo cierto es que "El secreto de Marrowbone" apenas hay puntos muertos, y todo lo que se nos relata es crucial y clave para el desarrollo argumental de sus misterios o sus dramas familiares. Y la intriga se logra con emoción, nervio, drama e intensidad... incluso en más de un visionado (y eso es decir mucho, teniendo en cuenta que la revelación de su final quita gran parte de la sorpresa que traslada el metraje).

Mucho ayuda la puesta en escena al decente (que no sobresaliente) libreto. Sergio G. Sánchez no nos ofrece una realización artística singular (¡vamos!, que nadie se espere un plano-secuencia memorable y único a lo "Kill Bill Vol.1" (2003)), pero despliega con astucia todos los recursos del cine "de sustos" (aprovechando el baile que tiene el relato con las espejos de la "casa encantada" y sus focos alternos, sin dejar de lado los planos cerrados en las escenas más inquietantes y que conllevan el sobresalto obligado) y se maneja con destreza en las partes más relajadas del relato con planos más abiertos y mantenidos... que nos aportan el desahogo dramático y el encanto de un paraje natural (las escenas de los alrededores naturales de la casa son paisajes, lugares y rincones de la bella Asturias) que nos hechiza al igual que a sus protagonistas. La fotografía presume de elegancia maridando ocres en los interiores más tenebrosos con verdes en los escenarios más "seguros" y bucólicos.

Y las interpretaciones resultan tan oportunas como hacendosas. Los personajes tampoco tienen demasiadas dimensiones más allá de su amor fraterno e instinto de protección que experimenta sustos, sin embargo sus jóvenes actores imprimen a cada rol una desenvoltura de lo más inmediata para con el espectador (destacándose por supuesto un impoluto (y muy cerca de lo memorable) George MacKay).

En definitiva estamos ante un film de género tan complaciente como refinado. No va a cambiar la historia del Séptimo Arte ni es perfecto y sobresaliente dentro de su género (esto no es lo mejor de Hitchcock ni lo mejor de Amenábar, pues no tiene tanto mimo y multifaceta en su guión), pero lo que nos aporta se maneja con la suficiente sagacidad y regusto como para inmiscuirse en el relato con saboreo e interés. La cinta aguanta más de un visionado y se disfruta con suficiencia. Recomendable a todo tipo de público, en especial al fan del thriller psicológico o fantasmagórico.

Lo mejor: La interpretación de McKay en un rol nada fácil.
Lo peor: Que no aporte novedad en su temática.