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España España · MADRID
Voto de Spark:
9
Romance. Comedia Lucy (Sandra Bullock) es una joven taquillera del metro con poca suerte en el amor. Su sueño es salir con Peter (Peter Gallagher), un guapo ejecutivo que todos los días coge el metro sin fijarse en ella. Un día Peter tiene un accidente en el metro y, aunque Lucy le salva la vida, queda en estado de coma. Cuando va a visitarlo al hospital, y los familiares de Peter creen que ella es su prometida, Lucy no se atreve a decirles la verdad. ... [+]
6 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y con esta frase tan sencilla pero real, sabia y avezada el padre de la protagonista Lucy (Sandra Bullock) hace una analogía respecto a lo que sucede con este film: uno se espera una comedia romántica plana, tópica y superficial incapaz de hacer despertar al espectador un mínimo de alteración sentimental o cómica. Y sin embargo "Mientras dormías" va acumulando una multitud de aciertos e inspiraciones en su desarrollo que resulta imposible no fusionarse con sus personajes y divertirse y emocionarse junto a ellos... para acabar con una sonrisa en la cara tras el visionado al haber disfrutado de cine ejecutado con perspicacia, iluminación y hermosura.

"Mientras dormías" termina por convertirse en una de las cintas estandartes de la rom-com (y admito que mi favorita en particular junto a otro par de clásicos del género con la otra reina del género Julia Roberts: "La boda de mi mejor amigo" (1997) y "Notting Hill" (1999)) pues el guión, si bien parte de una premisa de enredos amorosos ya trabajada pero siempre eficaz si se desarrolla con ingenio, ofrece una propuesta curiosa y lúdica (su protagonista (Bullock) es confundida sin comerlo ni beberlo como la prometida de un hombre comatoso (Peter Gallagher), lo que da pie a situaciones burlescas dentro de la peculiar familia del enfermo... sin dejar de lado por supuesto los momentos de obligado romance). Pero es en el desarrollo argumental y la atención a los detalles en los que la cinta acaba ganando al espectador (pues una temática de cierto gancho no es nada si no es bien llevada en el libreto). Cada escena del guión resulta relevante para con la trama (una trama que evoluciona de forma orgánica), cada conversación dura lo que tiene que durar con naturalidad, y cada momento resulta desde mínimamente encantador hasta enraizadamente hechizante. Y esto se da gracias a que sus situaciones de enredo están inspiradas y sus diálogos despiertan la complicidad del espectador con avidez, desenvoltura, irreverencia y sagacidad (destaco el primer encuentro de Lucy con la familia Callaghan (por cierto, un 10 al doblaje en castellano de la materfamilia), esa desenfadada misa católica (la más realista que he visto en el cine), ese diálogo de bobos (nunca mejor dicho) entre Peter (Gallagher) y su padrino (más en spoilers) o ese desenlace final en el hospital (más en spoilers). Todo ello no tiene desperdicio, y si alguien es capaz de aguantar la risa o la sonrisa es que no tiene sangre en las venas). El humor despierto se va acumulando y la ternura se carga de encanto traspasando la pantalla (en el film también se puede echar alguna lágrima sencilla). Desde luego este guión es carne de teatro, pues lo pide a gritos gracias a su astucia tan profusa y sensata.

Y es que todo en el largo está en el libreto y en las carismáticas interpretaciones (todo el plantel está en su salsa. Sandra Bullock es junto a Julia Roberts la reina del género y aquí lo vuelve a demostrar con un papel en el que encaja como un guante y en el que la actriz desaparece para dar paso al personaje, Bill Pullman sorprende positivamente en un registro poco usual en él aportando la sutileza sentimental y sensible (que no sentimentaloide y sensiblera) que pide su rol, Gallagher siempre me ha parecido un actor mediocre, soso y distante... justo como es su personaje (un McGuffin de manual) en el que encaja como anillo al dedo (hace de bobalicón poco enterado como nadie), y el resto del reparto aporta la vis cómica de una forma tan innata y desvergonzada que dan ganas de hacerles un monumento (me ganaron especialmente Jack Warden, Michael Rispoili y Micole Mercurio)). Pues no necesita de alardes en la puesta en escena más que los estrictamente necesarios. Muy pocos decorados (el film tampoco sale del hospital, la Iglesia y las tres casas de los protagonistas) y varios planos recurso de la ciudad de Chicago en Navidad (una comedia romántica en Navidad ¡cómo no! Pero aquí "Mientras dormías" creaba escuela, que "Love Actually" (2003) tomó de aquí y de allá) hacen el resto. La dirección por parte de Jon Turteltaub es usual pero precisa (tampoco el film demanda nada más en esta "cinta de actores") donde priman el plano/contraplano cerrado con el plano recurso. El manejo de la cámara es apropiado, inherente y gustoso siempre. Y la banda sonora es tan oportuna (en especial en la vis cómica del relato) como afable y pegadiza.

Así pues estamos en su conjunto ante una cinta notable y por encima de la media. De esos films que traspasan género (no me extrañaría que con ella se pasara un rato estupendo incluso si solo se es seguidor/a del género más opuesto a la rom-com). ¿Qué si uno escarba en el fondo acaba notando que su premisa es tan absurda que resulta en exceso inocentona e ingenua? Sí, como sucede con "Sonrisas y lágrimas" (1965) o "Blancanieves y los 7 enanitos" (1937). ¿Dejan por ello de ser obras maestras? Pues eso. La comedia romántica por antonomasia. A disfrutarla las veces que apetezcan pues imprime toda la alegría y sentimiento que pretende.

Lo peor: Nada... tratar de buscarle tres pies a la cinta...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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