Blomkamp nos presenta en su tercer largometraje de nuevo (como ya hiciera en sus anteriores trabajos) un futuro distópico, en el que la sociedad urbanita se divide claramente entre el gueto de marginados y los estamentos de poder. Dentro de este mundo se nos exhibe a Chappie; un robot con consciencia (y conciencia) propia que, a pesar de aportar escasa novedad en el mundo sci-fi, resulta el único estímulo y acicate de la cinta (una cinta de lo más elemental en lineas generales) gracias a su entrañable y tierna personalidad, a su notable diseño plástico y a sus perfectos ademanes.

Este robot que "nace" y crece en los suburbios marginales y que es visto como una amenaza constante (por lo que tendrá que luchar contra poderosos enemigos de la inteligencia artificial... y también contra su violento y delictivo entorno) es lo único destacable de un film que erra en todo lo demás (sobretodo falla en su intención de dar una vuelta de tuerca al mundo de la ciencia-ficción. Pues, a pesar de los detalles de gusto y humor que consigue aportar el personaje de Chappie, la cinta no deja de relatarnos una trama manida, previsible y perezosa de "malos" y "buenos" con sus persecuciones, luchas y rescates varios de escaso (o nulo) esfuerzo reflexivo y hondo). Desde luego "Chappie" no va a cambiar la ciencia-ficción como parece que pretendió ni inventa nada nuevo dentro de ella. Esta cinta no supone un antes y un después en el género, ni resulta memorable. El motivo principal de esto es que "Chappie" se malogra a la hora de aportar un argumento novedoso y de desarrollarlo con profundidad y multidimensionalidad.

En esta historia de "robot con voluntad propia luchando contra los elementos" tenemos a un malvado de tebeo y totalmente trivial, superficial y unidimensional encarnado por un Jackman capaz de competir en los Razzies por este papel (con frases como "¡les mataré a todos" o "¡no la líes conmigo!, y con típicas risas maníacas de malvado sin venir a cuento). Tenemos a un "bueno" creador del robot interpretado por Patel que no desentona y que hace lo que puede ante la desidia que el libreto le da a su personaje. Los personajes de los traficantes también tienen una construcción de lo más limitadita y anodina. Y el personaje de Weaver es meramente testimonial, pasando totalmente desapercibido. Estos personajes de indolentes motivaciones y de escaso interés se desenvuelven en el film entre el tópico y la dejadez. Pues la cinta se excede en el convencionalismo de sus acontecimientos (un tanto tediosos y alongados) de peleas, secuestros, destrucciones y demás.

Acontecimientos de ínfimo trabajo, hondura y calado que hacen resultar a "Chappie" como un Blockbuster más de robot con consciencia propia... quizás algo más interesante a ratos que otros films incluso más convencionales (ese robot que se genera como un niño y que va creciendo en ese entorno hostil logra camelar con su personalidad y con algunas de sus pequeñas aventuras de la vida diaria) pero que ni de lejos llega a suponer un revulsivo sci-fi ni profundiza en el simbolismo como pretende. "Chappie" se queda en un aceptable pasatiempo y divertimento (cuenta con gran sonido, buena banda sonora épica (sin ser excepcional), grandioso y fastuoso diseño de producción (sin resultar original o sorprendente) bastante agradecido, y Blomkamp ofrece un compás aceptable (presentado su característica dirección de mucho plano cerrado y subjetivo (a veces acertado... y otras demasiado exagerado y mareante), de edición acelerada y revuelta que puede gustar más o menos (en mi caso supone un estorbo más que un aliciente, la verdad prefiero la buena mano de Katherine Bigelow))) con ciertas notas de curiosidad.

Es una pena que Blomkamp se haya dejado en el tintero el trabajo del desarrollo argumental en todo lo que NO envuelve al apego de Chappie (esa trama de la empresa robótica y su inexplicada y dejada forma de proceder, o esos detalles simplones e inverosimiles en cuanto a la operación de los robots son algo bastante irrisorio), porque cada vez que Chappie aparece en pantalla (afortunadamante en muchos momentos) sin tener que pegar tiros o huir de alguien el film se equilibra y se redime de sus carencias anteriores. Chappie es un tierno y cercano personaje con el que el espectador enseguida siente empatía y curiosidad. Se trata de un robot que se va formando como un humano, creciendo como un inocente niño en los barrios marginales de Johanesburgo. El adorable Chappie sin quererlo es condenado a una vida criminal, su mala suerte y su dura vida generan lástima (y hay puntos en los que incluso este personaje deja al borde de la lágrima), su candidez deja notas de humor e ironía de lo más acertadas, y las expresiones del robot están logradas con gran fascinación para con el espectador.

El robot Chappie y sus momentos más íntimos y menos convencionales son el estímulo e imán necesarios como para que todo fan sci-fi se sienta atraído durante el metraje gracias a él (se percibe que Blomkamp quizás hubiera logrado una gran obra simbólica sobre la niñez que se educa en un entorno criminal si hubiera dedicado todo el metraje a Chappie y a sus momentos más personales).

Por eso la película se siente como una oportunidad perdida al dejarnos esos detalles de empatía de tanto en cuanto... y tantos momentos de pereza y tedio con esas desdibujadas tramas de batallitas. Viendo "Chappie" parece que no, pero seguro que Blomkamp ha visto "E.T." o "Inteligencia Artificial" para comprender que el aportar una gran personalidad a un robot no quita para que el resto de elementos también merezcan y necesiten de un cuidado esforzado para dar lugar a una obra maestra. Pero "Chappie" al final se queda en un film un tanto irregular, eso sí con los atractivos necesarios par dar un buen rato de evasión y entretenimiento. "Chappie" se sitúa en la línea de la oscarizada "Big Hero 6"... sin el nivel de ritmo de aquella, pues esta cinta de Blomkamp está más dispersa.

Lo peor:...