Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de Spark:
7
Fantástico. Acción. Aventuras Finales de la Segunda Guerra Mundial. Por medio de la magia negra, los nazis conjuran al demonio Hellboy, que crece entre los aliados hasta convertirse en adulto, actuando como agente de la oficina de defensa e investigación paranormal. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Guillermo del Toro es el encargado de adaptar las viñetas de Dark Horse Cómics de los 90 sobre una criatura excepcional, el Hellboy (Ron Perlman) del título, un ser proveniente de una dimensión infernal que rechaza su destino y que (con la educación de su padre adoptivo en la Tierra) se reconvierte en superhéroe combatiendo a las criaturas sobrenaturales junto a su equipo de seres peculiares y agentes secretos varios.

A esta temática (colmada de criaturas de fantasía con una labor estética inconmensurable) le viene de perlas la mano de Del Toro y su equipo de creadores artísticos. Pues son unos fieras a la hora de aportar su genio, su extravagancia y su innovación en los diseños tanto de personajes como de escenarios.

Y así "Hellboy" es un deleite para la vista de todo amante del género de fantasía. Pues la visión que tiene el equipo de Del Toro a la hora de adaptar la estética original del cómic es impresionante y portentosa a la par fidedigna y verosímil. Y no solo su personaje protagonista posee un diseño hechizante, imponente y cómplice a partes iguales, mención especial merecen las adaptaciones plásticas de Abe Sapiens (Doug Jones con unas prótesis que ya repitiera en la, a mi entender, más floja "La forma del agua" (2017)) y del temido Karl Ruprecht Kroenen (Ladislav Beran) así como la configuración y fotografía de los escenarios clandestinos vetustos (que optan por lo cálidamente barroco o lo tenebrosamente desvencijado). Los movimientos de sus personajes también resultan notables, y mezclan prótesis, marionetistas y efectos visuales (que son aceptables aunque no están al nivel por ejemplo de "Harry Potter y el cáliz de fuego" (2005), sino más bien al nivel de "Harry Potter y la piedra filosofal" (2001)) en sus momentos adecuados ya sea para infundir temor, suspense o descaro.

Lo cierto es que en la puesta en escena (interpretaciones tras tantas capas de maquillaje incluídas (Ron Perlman ES Hellboy... y lo sigue siendo a pesar de la competente labor de Davir Harbour en 2019. Y Doug Jones encaja como un guante en un personaje complicado) Y la dirección de Del Todo resulta competente. Curiosamente Del Toro se luce más en las escenas que no conllevan acción de combates, persecuciones, caídas y explosiones (editadas en exceso de forma algo perezosa y torpe para no tener que rodar una escena de acción de un solo tirón... lo que hubiera dado lugar a secuencias más lucidas), es en esos planos de pura exposición en los que se hace un dechado de planos profusos (cenitales abiertos, contrapicados, focos alterno, semisubjetivos, subjetivos de una composición medida con una gran estética. Y ojo al uso del zoom) muy elegantes). "Hellboy" está al nivel de la saga de "El Señor de los Anillos" de Peter Jackson, ahí es nada. Pero en lo que "Hellboy" no está al nivel de "El Señor de los Anillos" de Jackson es el desarrollo de su guion (en su desarrollo argumental se queda más bien en un "Green Lantern" (2011) o un "Daredevil" (2003)).

Estamos, eso sí, ante una trama efectiva (de superhéroe contra los villanos de turno, que de paso trata de aceptarse a sí mismo. Esto no es exclusivo de Hellboy en el mundo del cómic, pues desde Superman y Batman pasando por Aquaman, Daredevil o Thor, las viñetas y sus adaptaciones cinematográficas nos ha descrito ese viaje interior del héroe). Quizás no tratada con el mimo, la riqueza, la madurez y las hondandas por las que viaja Bruce Wayne por los fotogramas de Christopher Nolan, o Frodo por los de Jackson. Pero con la suficiente fuidez narrativa (no hay puntos muertos en el metraje) para entretener con recreo en todo momento, y con un tono lo suficientemente razonado y puntualmente desenfadado y sazonado como para sacar una sonrisa co-partícipe de tanto en cuanto (no llega a ser "Deadpool" (2016) o "Guardianes de la galaxia" (2014) en sus cotas de humor, pero se le acerca bastante).

En definitiva estamos ante un largometraje destacado dentro del género de acción superheroíco gracias a su puesta en escena deslumbrante. La trama nos conduce por situaciones ciertamente previsibles (la elección final de su protagonista se sabe al instante) y algo dejadas (la vertiente romántica es de lo más esbozada y arquetípica), pero este defecto en el tratamiento literario (que ofrece lo que se pide de la cinta sin aportar ese "algo más" que se pudo legar) apenas logra hacer sombra a una cadencia dinámica y a un despliegue visual muy original, eficaz y gustoso. Es muy recomendable para todo público adulto que no le haga ascos a ningún género, e indispensable para todo seguidor de la fantasía o el cómic superheróico.

Lo mejor: Su diseño artístico.
Lo peor: Que el guion pudo ofrecer más profundidad y erudición en la evolución de la trama.
Spark
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow