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Voto de Glanton:
9
5.5
12,278
Ciencia ficción. Comedia. Romance
Aunque Julia y Julio no se conocen, despiertan en la misma cama, después de una borrachera de la que no recuerdan nada. Él se enamora al instante; ella, no. En esta incómoda situación, se enteran de que no pueden salir de casa porque un gigantesco OVNI flota sobre la ciudad. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2012
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nacho Vigalondo ha cambiado totalmente de registro, de una forma total y drástica. Si en Los Cronocrímenes nos mostraba las fatales consecuencias de realizar un pequeño viaje en el tiempo (menuda frase de mierda: un pequeño viaje en el tiempo. ¿Cómo puede ser eso pequeño? Estoy loco ¿eh?), en Extraterrestre se pasa a la cotidianidad, ligeramente alterada por la presencia de unos platillos volantes cuyas intenciones permanecen en el aire, igual que ellos.
Ya se ha dicho por activa y por pasiva que Extraterrestre no es una película sobre invasiones alienígenas ni mucho menos. Este film se mueve en otros territorios... en los del extrarradio, para ser más concretos. Si, yo creo que es la mejor manera de describir lo que sucede en esta película. Hora y media de extrarradio puro y duro. La periferia de lo que sería una invasión alienígena, o lo que es lo mismo: la parte que no le importa a nadie.
Estamos en Madrid, un domingo por la mañana, y los protagonistas, con una resaca de cojones, descubren que cientos de platillos volantes sobrevuelan nuestro planeta, pero eso no es lo que importa realmente. Aquí lo que interesa es el follón que se forma en ese domicilio, donde las mentiras empiezan a causar estragos, los secretos se intentan mantener bajo llave y la estupidez humana se adueña de la situación.
En mitad de esta historia empieza a surgir la paranoia, esa misma que pudimos ver en películas como Carrera con el Diablo o, especialmente, La invasión de los ladrones de cuerpos, aunque el espectador sabe que todo es mentira. Aquí no hay lugar a la confusión o la duda, todo es fruto del intento desesperado de un hombre enamorado por conseguir a la chica de turno, y si para eso tiene que sembrar esa paranoia, pues lo hace. Total, hay un OVNI flotando sobre Madrid ¿por qué no aprovecharse en beneficio propio de esa descabellada situación?
Extraterrestre es una película de ciencia ficción, claro que sí, pero eso no significa que el argumento no se centre en la historia de amor que se gesta en ese pisito, y la cantidad de malentendidos y mentiras que la rodean. Un verdadero embrollo que me pilló por sorpresa, porque la verdad es que esperaba un guión mucho más simple. No es que sea de una complejidad apabullante, pero sí que los malentendidos, las mentiras y las consecuencias de todo esto están tratadas de una forma muy inteligente.
Pese a los líos amorosos, ahí fuera hay un maldito OVNI vigilando la ciudad, y según ciertos rumores, algo extraño ha sido visto rondando por las calles y bajo la nave. Lo que quiero decir con esto es que, pese a la importancia de la trama romántica, la ambientación de la película no deja de ser inquietante y misteriosa.
continúa en SPOILERS por falta de espacio
Ya se ha dicho por activa y por pasiva que Extraterrestre no es una película sobre invasiones alienígenas ni mucho menos. Este film se mueve en otros territorios... en los del extrarradio, para ser más concretos. Si, yo creo que es la mejor manera de describir lo que sucede en esta película. Hora y media de extrarradio puro y duro. La periferia de lo que sería una invasión alienígena, o lo que es lo mismo: la parte que no le importa a nadie.
Estamos en Madrid, un domingo por la mañana, y los protagonistas, con una resaca de cojones, descubren que cientos de platillos volantes sobrevuelan nuestro planeta, pero eso no es lo que importa realmente. Aquí lo que interesa es el follón que se forma en ese domicilio, donde las mentiras empiezan a causar estragos, los secretos se intentan mantener bajo llave y la estupidez humana se adueña de la situación.
En mitad de esta historia empieza a surgir la paranoia, esa misma que pudimos ver en películas como Carrera con el Diablo o, especialmente, La invasión de los ladrones de cuerpos, aunque el espectador sabe que todo es mentira. Aquí no hay lugar a la confusión o la duda, todo es fruto del intento desesperado de un hombre enamorado por conseguir a la chica de turno, y si para eso tiene que sembrar esa paranoia, pues lo hace. Total, hay un OVNI flotando sobre Madrid ¿por qué no aprovecharse en beneficio propio de esa descabellada situación?
Extraterrestre es una película de ciencia ficción, claro que sí, pero eso no significa que el argumento no se centre en la historia de amor que se gesta en ese pisito, y la cantidad de malentendidos y mentiras que la rodean. Un verdadero embrollo que me pilló por sorpresa, porque la verdad es que esperaba un guión mucho más simple. No es que sea de una complejidad apabullante, pero sí que los malentendidos, las mentiras y las consecuencias de todo esto están tratadas de una forma muy inteligente.
Pese a los líos amorosos, ahí fuera hay un maldito OVNI vigilando la ciudad, y según ciertos rumores, algo extraño ha sido visto rondando por las calles y bajo la nave. Lo que quiero decir con esto es que, pese a la importancia de la trama romántica, la ambientación de la película no deja de ser inquietante y misteriosa.
continúa en SPOILERS por falta de espacio
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Se me hace difícil no comparar Extraterrestre con Señales, de M. Night Shyamalan. Ambas siguen un mismo esquema, una misma mecánica. La primera es una comedia romántica, y la segunda una especie de drama familiar, y ahí están sus verdaderos cimientos, eso es lo que son. Luego está la invasión extraterrestre como telón de fondo, que aunque aporta un toque de misterio, no es el plato principal.
El reparto no puede ser más acertado, empezando por Julián Villagrán y Michelle Jenner, que quizá sea la que menos destaque. No porque sea mala actriz, sino porque está rodeada de personajes mucho más excéntricos que la acaban eclipsando.
Luego están los grandísimos Raúl Cimas y Carlos Areces que, bueno, ¿qué voy a decir? El primero hace de novio despistado y un tanto psicópata, y el otro de vecino cotilla y envidioso. Personajes que les vienen como anillo al dedo.
Mención especial para Miguel Noguera, un tipo que con sólo verlo hablar ya me parto de risa, y de hecho, sus apariciones en la película me parecieron lo más desternillante y surrealista de todo.
Lo peor de esta película ha sido su lamentable distribución en cines. De verdad, vergüenza ajena, y para colmo ha tenido una recaudación de risa (aunque para lo poco que ha costado...).
¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué tenemos un público tan estúpido? Un público que se queja hasta la saciedad de la falta de originalidad en el cine (y no les quito razón), pero cuando llega un Vigalondo, innovando y ofreciendo algo que se sale de lo común, el personal se mete a ver Ira de Titanes o Battleship, esas mismas películas de las que tanto ha rajado. ¿Prefieres ver esa mierda? perfecto, pero al menos no te quejes por la falta de originalidad en el cine, porque originalidad hay, el problema es el público de mete cuadrada que inunda las salas, y las distribuidoras que no apoyan ese cine que va más allá del típico blockbuster palomitero.
Es la pescadilla que se muerde la cola: los espectadores reclaman mierda, y las distribuidoras les dan mierda a gran escala, por supuesto. No les trae cuenta apostar por cosas nuevas porque saben que el público es de mente cerrada.
¡Ah! Y los prejuicios contra el cine español, casi lo olvidaba. Eso tampoco ha ayudado mucho que digamos.
En fin, que Extraterrestre está de puta madre.
El reparto no puede ser más acertado, empezando por Julián Villagrán y Michelle Jenner, que quizá sea la que menos destaque. No porque sea mala actriz, sino porque está rodeada de personajes mucho más excéntricos que la acaban eclipsando.
Luego están los grandísimos Raúl Cimas y Carlos Areces que, bueno, ¿qué voy a decir? El primero hace de novio despistado y un tanto psicópata, y el otro de vecino cotilla y envidioso. Personajes que les vienen como anillo al dedo.
Mención especial para Miguel Noguera, un tipo que con sólo verlo hablar ya me parto de risa, y de hecho, sus apariciones en la película me parecieron lo más desternillante y surrealista de todo.
Lo peor de esta película ha sido su lamentable distribución en cines. De verdad, vergüenza ajena, y para colmo ha tenido una recaudación de risa (aunque para lo poco que ha costado...).
¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué tenemos un público tan estúpido? Un público que se queja hasta la saciedad de la falta de originalidad en el cine (y no les quito razón), pero cuando llega un Vigalondo, innovando y ofreciendo algo que se sale de lo común, el personal se mete a ver Ira de Titanes o Battleship, esas mismas películas de las que tanto ha rajado. ¿Prefieres ver esa mierda? perfecto, pero al menos no te quejes por la falta de originalidad en el cine, porque originalidad hay, el problema es el público de mete cuadrada que inunda las salas, y las distribuidoras que no apoyan ese cine que va más allá del típico blockbuster palomitero.
Es la pescadilla que se muerde la cola: los espectadores reclaman mierda, y las distribuidoras les dan mierda a gran escala, por supuesto. No les trae cuenta apostar por cosas nuevas porque saben que el público es de mente cerrada.
¡Ah! Y los prejuicios contra el cine español, casi lo olvidaba. Eso tampoco ha ayudado mucho que digamos.
En fin, que Extraterrestre está de puta madre.