Algo tenía que tener esta película (que ha inspirado a muchas otras) para ser considerada de culto, ya que no cuenta con un buen argumento, ni con interpretaciones notables (aunque Marilyn Burns –Sally- transmite muy bien el horror de la historia), y dispuso de un presupuesto ridículo que la convierte prácticamente en película de serie B.

Su grandeza radica en la tensa ambientación que consigue y la capacidad que tiene de generar situaciones y atmósferas que provocan horror (que no terror).

Tras los primeros 30 min. de contextualización, el film entra, de una forma magistral, en un atmósfera grimosa y desagradable que, a mí personalmente me excita sobre manera. Muertes desagradables (especialmente la segunda muerte se sucede durante una magnífica escena), escenarios muy macabros, música y sonidos muy turbadores, asesinos perturbados…

La película tiene una buena colección de escenas y planos magníficos como por ejemplo el descubrimiento de restos de otras víctimas por parte de una de las chicas, las dos primeras muertes, la persecución con la sierra mecánica, los planos cortos de la cara de la protagonista que refleja pavor –especialmente al despertar y ver que toda esa locura era real-.

En definitiva, una buena película que no da sobresaltos, ni muestra apenas sangre pero que transmite, excita y horroriza como pocas he visto.

Imprescindible para los amantes del género