Cuesta verla, eh. Porque es aburrida y aunque sale, fugazmente, mi querida Dinah Manoff (la simpar Marty, de “Grease”), pues no deja de ser un petardo. La historia es aburrida y densa y aunque tiene cosas buenas como la inclusión de algún buen actor y de novedades culturales para mí, pues no deja de ser un petardo. Sutherland lo hace bien como padre sensible y abnegado, y Mary Tyler Moore como madre esquiva y huidiza. Incluso Judd Hirsh tiene un buen papel como psiquiatra judío que ayuda a un joven Timothy Hutton a encauzarse. Los jóvenes están bien, pero la historia es aburrida. Y resulta que por todo esto Hutton se llevó un Óscar como actor de reparto. Vaya…

Me gustan las historias densas, pero con interés. Esta te la tienes que ver en varias partes porque aburre. Y me apena que Manoff estuviera tan desaprovechada, le pasa como a Phoebe Cates, actrices que tenían potencial y que se quedaron en nada o menos que nada. En fin, le doy un 5, porque las interpretaciones son buenas y porque la dirige mi querido y admirado Robert Redford.

Por cierto, su final podría haber sido otro. Queda demasiado inconcluso. Y no tuvo un Óscar, sino 4… ¡Qué mierda de año sería ese para que ganaran tanto un film como este!