Amy Smart tiene un encanto físico que cae bien a todo ser viviente. Debe de haber tenido una vida bastante fácil, porque yo de tener dinero le hubiera puesto un piso en Marbella y otro en la zona de Murcia... Pero dejando de lado cualquier estúpida y cipotera valoración, lo suyo es hablar de la calidad de la película y la verdad es que si bien entretiene no es nada del otro mundo. Los personajes parecen trastornados, pero en el mejor sentido posible. Me encantó ver a una madura Julie Hagerty haciendo de madre que está un poco tocada del cerebro y me entró ternura al recordarla como azafata en la genial "Aterriza como puedas" (1980)... En aquella época todavía pensaba que la gente y el mundo era maravilloso. Era un puto criajo, ¿qué quieres? Me hace sentirme tierno y tal.

La película cuenta con cosas buenas para entretener como un guión bien aprovechado para la porquería de trama que presenta. Los actores cumplen bastante bien y se trata un tema que "mata" a un porcentaje importante de tíos de hoy día: Lo de pasar a la zona de amigos para una chica que te gusta. A casi todos nos ha pasado.

Un gran porcentaje de este cinco que le casco es gracias a la buenísima interpretación de Ana París como excéntrica reina de la música pop, que demuestra que hay pocas mujeres cómicas de su categoría. Chris Klein (eterno chavalín salido de la saga "American Pie") cumple bien para lo limitadito que es.

Lo de Amy Smart es de otra galaxia, de ella te gusta hasta cuando llora y no lo hace mal, para nada. Por contra, el film tiene la cosa mala de que su argumento es bastante truño y que tiene menos trascendencia que la mayoría de cosas que pasan en la vida de la persona común. Si no le pongo más es porque el film no puede dar para más de un 5, ya que no hay trama apenas.