La idea puesta en escena es buena, aunque mejorable. Había razones más que de sobra para hacer una gran superproducción, empezando por el elenco de actores del que dispone, pero ni la dirección, ni el guión tuvieron la fortuna de hacer una gran película, a pesar de ser entretenida y amena. Los 80 minutos de duración pueden parecer escasos, pero por el contrario evitan el cansancio que media horas más de película podían haber ocasionado en el espectador. Un western distinto, un héroe de cómic diferente, una película disfrutable para amantes de la acción, el cómic y público no muy exigente.