Aunque se trate de una serie de televisión, es lo mejor que he visto en cine en mi vida. Me parece alucinante, como depués de cinco temporadas, sigue enganchándome la trama de la serie, los personajes, los giros,.....
No hay concesiones. No hay ni buenos ni malos..... todos somos malos. Hasta el personaje más dulce puede matar, colocarse hasta arriba o maltratar a una mujer, dependiendo de sus circunstancias. Pero la serie no ofende. Es real. No hay nada gratuito.
Por encima de todo, destaca el personaje de Toni Soprano, ese asesino al que llegas a coger cariño, sin saber porqué. Se folla cualquier cosa que se mueva, es capaz de asesinar a un amigo, si este le ha fallado, se pone de coca cuado haga falta... Como dice en la serie: - no hay nada por encima de la "familia"- y este principio es el que le sigue durante toda la serie.
Imprescindible estudio de la condición humana.