La Inglaterra de los años 80 regida por la mano de hierro de Margaret Thatcher tenía la intención de dominar el mundo desde todos sus confines vertiendo sangre si era menester, en una guerra innecesaria y desigual con Argentina por el dominio de las Islas Malvinas.

Dentro, en su sociedad la desigualdad social y la inmigración venida desde antiguas colonias conformaba una sociedad multi racial y multicultural para disgusto de algunas tribus sociales como los “skin heads” contrarios a cualquier tipo de inmigrantes.

Las tribus sociales como la citada estaban formadas por aquellos que desubicados en su ciudad y anímicamente aislados, conseguían cobijo y calor en un ámbito gregario, en el que la violencia no era ajena, pagando como tributo el acatamiento incondicional de su líder.

Shane Meadows dirige con acierto esta película en la que se nos narran los problemas sociales de Inglaterra en esa época a través de los ojos de un niño.

Aunque la realización y ambientación de la película son algo paupérrimas, el reflejo de la realidad de una época y los sentimientos del grupo de “skin” están muy logrados.

Una película para reflexionar.