El empresario: Una serie que sigue teniendo semejantes cifras de audiencia después de más de viente años no puede ser cancelada por mucha calidad que haya perdido. Me da igual que ya no hagan gracia porque siguen haciendo lo que importa: dinero. Y encima, con la crisis...

El indignado: Es una puta verguenza. Esos chorizos lo único que piensan es en el dinero y en estas últimas temporadas se han dedicado a lucrase exclusivamente sin preocuparse de que los Simpson han perdido su alma y se han idiotizado. Y la película... ay, la película...

El currante: Joder, ahora va a ser malo ganar dinero. Habrá que verte a todos los indignados estos después de veinte años dando el callo en la oficina, a ver si alguno tiene huevos a perderse 5 minutillos del desayuno con tal de que el papeleo conserve "su esencia". A ver si se creían que el nivel de las primeras temporadas iba a durar para siempre...

El espectador: Sí... ya no son lo que eran. Y qué. Era imposible que todos los episodios fueran como el de "Lisa, la vegetariana", "Springfield, o cómo aprendí a amar el juego legalizado" o "Ciudadano Burns". Siempre serán mi serie favorita.

El espectador de Antena 3: A pesar de las reposiciones y de los mangoneos con la publicidad -creo que ya van tres cortes por capítulo- sigo prefiriéndolos a los deportes de Cuatro.

Homer: Si realmente quieres algo en esta vida, tienes que luchar por ello. ¡Ahora silencio! Van a anunciar los números de la loterí­a.