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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Daniel B:
8
Comedia. Drama. Ciencia ficción Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence), estudiante de posgrado de Astronomía, y su profesor, el doctor Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) hacen un descubrimiento tan asombros como terrorífico: un enorme cometa lleva un rumbo de colisión directa con la Tierra. El otro problema es... que a nadie le importa. Kate y Randall emprenden una gira mediática advertir a la humanidad que los lleva desde la indiferente presidenta Orlean (Meryl Streep) y ... [+]
26 de diciembre de 2021
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sumario:

Es difícil caracterizar esta película de Adam McKay, que concentra un reparto impresionante y resulta un relato mucho más serio de lo esperado. Podría definirse como una comedia negra de ciencia ficción apocalíptica, pero su contenido satírico es tan certero, que además de algunas carcajadas lo que más produce es incomodidad y angustia, a pesar (y a causa) del absurdo de ciertas situaciones y comportamientos.

La pasividad, las reacciones y la falta de responsabilidad de varios personajes convierten al film, por momentos, en una pesadilla kafkiana en torno al negacionismo y las teorías conspirativas frente a las catástrofes y los intereses que ponen en juego. Cualquier analogía con el negacionismo de las derechas respecto de la covid, con los antivacunas y con personajes de la realidad no es casual, y no por obvia resulta menos pertinente y perturbadora.

Reseña:

Kate Dibiasky, una doctoranda en astronomía de una universidad estatal (Jennifer Lawrence) descubre un enorme cometa en curso de colisión con la Tierra, cuyo impacto ocasionaría su destrucción. Ella y su jefe de tesis, el astrónomo Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) inician entonces una angustiosa odisea que incluye a la presidenta de EE.UU. (Meryl Streep) y medios periodísticos para alertarlos sobre la catástrofe inminente.

Es difícil caracterizar esta película de Adam McKay, que concentra un reparto impresionante. Podría definirse como una comedia negra de ciencia ficción apocalíptica, pero su contenido satírico es tan certero, que además de algunas carcajadas lo que más produce es incomodidad y angustia, a pesar (y a causa) del absurdo de ciertas situaciones y comportamientos. La pasividad, las reacciones y la falta de responsabilidad de muchos de los principales involucrados convierten al film, por momentos, en una pesadilla kafkiana, en un relato mucho más serio de lo esperado.

No miren arriba se erige en un compendio de las taras y las miserias de EE.UU. en particular y del capitalismo en general, que dejan al mundo inerme frente a la(s) catástrofe(s). Una presidente de derecha totalmente oportunista, vanidosa y superficial asediada por el escándalo, su hijo como su protofascista jefe de gabinete (Jonah Hill), un periodismo que no categoriza y coloca en el mismo plano cualquier tipo de información (con la siempre camaleónica Cate Blanchett como pragmática periodista en un programa de variedades), el poder omnímodo y la codicia de las corporaciones informáticas y su big data (encarnadas en BASH y el mesiánico empresario Peter Isherwell, brillantemente interpretado por Mark Rylance), el tratamiento de la información por las redes sociales, las teorías conspirativas y el interés por y la explotación suicida de los recursos naturales (y esta lista no agota los numerosos apuntes a los que hay que estar atentos). Y todo ello orbitando alrededor del tema central ilustrado por el título de la película: la inducción interesada del negacionismo en función de determinados intereses. Cualquier analogía con el negacionismo respecto de la covid y los antivacunas y con personajes de la realidad no es casual, y no por obvia resulta menos pertinente y perturbadora.

McKay maneja muy bien los azorados tiempos de espera de su pareja protagónica y sus dispares reacciones frente a los poderosos cantos de sirena del sistema, de la mano de las excelentes interpretaciones de Lawrence y DiCaprio y no escatima despliegue de recursos a la hora de ilustrar el costado de ciencia ficción del relato, aunque con un toque deliberado de clase B. El guion concede en contados momentos a introducir algún rasgo conservador, pero sin alterar el sesgo crítico del conjunto.

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2021/12/26/no-miren-arriba-dont-look-up/
Daniel B
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