El origen de Stephen no es el de alguien muy responsable, el accidente se da en circunstancias que alguien de tal inteligencia no debería cometer. Pierde su vida anterior, es el mejor cirujano del planeta y pierde todo incluyendo un rol importante para el mundo, y en su desesperación por recuperar la movilidad en sus manos (inmovibilidad que fue provocada por lo ineficaces que son la mayoría de médicos en comparación a las habilidades que Stephen y que los minutos fundamentales para la operación los pasó en el coche inconsciente) tiene la suerte de encontrar a un tipo que recuperó la movilidad pero realmente solo usa magia para poder llevar una vida más normal sin tener las desventajas de esa diversidad funcional. Stephen llega a Kamar-Taj y le es mostrado el multiverso de forma bastante brusca por The Ancient One, quien destruye los prejuicios de nuestro futuro hechicero supremo que finalmente aprende artes místicas.
Mordo y su giro hacia el mal es bastante interesante, además ya coquetea con la posibilidad de que en el futuro pueda tener con Stephen una lucha a muerte.
The Ancient One perece de forma demasiado realista y poco digna para un ser tan poderoso del universo marvel, pero así funcionan las artes místicas y no son justas. Ella da paso al liderazgo de Stephen como hechicero supremo tras una escena preciosa en que reflexiona sobre la no preparación ante la muerte, el valor de la vida e incluso sobre si los futuros funestos pueden ser evitados finalmente o siempre aparecerán nuevos futuros terribles en el horizonte hasta que alguno de ellos se termine por cumplir. Pero tras el momento en que supuestamente pensaba que podría acabar muriendo, ella no sabe nada a partir de ahí. Se marcha con la paz de no dejar una carga y la incertidumbre dolorosa de no poder dejar un aviso para que algo terrible pueda ser evitado.
Stephen toma las riendas venciendo al grupo de fánaticos de Kaecilius de forma antinatural con la gema del tiempo, el ojo de agamoto y un trato con Dormamu.
La escena retrocediendo en el tiempo durante toda la batalla final es completamente espectacular, un regalo audiovisual. Pero es que además el sacrificio que hace Stephen dispuesto a morir eternamente de formas tremendamente dolorosas para que el resto del mundo pueda vivir sin que Dormamu los destruya, ese momento es de los más heroicos del Universo Cinematográfico de Marvel y un gran inicio para la franquicia de un personaje con tanto potencial como el Doctor Strange.
La trama se queda con gran potencial en cuanto a personajes y posibles villanos de una magnitud mucho mayor, la trama con Mordo queda pendiente tras desviarse en su camino y dar inicio una caza de hechiceros sin igual... Y todo queda preparado para que las prometedoras aventuras místicas de Stephen Strange puedan dejarnos unas historias mucho más ricas y de una calidad superior.
Pues en esta película, la trama aunque efectiva es sencilla. Aporta matices, pero no se mete a contar una historia realmente compleja, solo es un viaje de introducción al mundillo de los hechiceros y una ventana hacia el gran potencial del multiverso en el futuro del Universo Cinematográfico de Marvel.