Nos cuenta la historia de una familia ficticia dedicada a poner los dientes largos con determinados productos (cuanto más lujosos mejor, aunque también trabajan cualquier producto que quiera ser introducido) al vecindario en el que se instalan como nuevos vecinos, son muy profesionales, cualquier producto que la jefa de la empresa (una apergaminada Lauren Hutton) ponga en sus manos, el papa (David Duchovny) se encarga con su simpatía y dotes para hacer amigos de que sea primero deseado y luego comprado por esos maridos de clase media alta que consideran un descredito y un atentado a su hombría no estar a la altura de sus vecinos , la mama (Demi Moore) entre las mujeres de esos maridos, y los hijos (Amber Heard y Ben Hollingsworth), tres cuartos de lo mismo entre adolescentes ávidos de ser los mas fashion.

Arranca como comedia más o menos light, para poco a poco convertirse en una comedia dramática en toda regla, por un lado tenemos un mordaz retrato de la sociedad de consumo y manipulaciones ejercidas por el cartel publicitario para que no decaiga la fiesta, por otro un desasosegante drama en el retrato de esos vecinos que espoleados por la falsa familia se meten en una vorágine de consumo que no augura buen final, y finalmente, como afecta esa mentira permanente en la que viven a los integrantes de esa ficticia familia, en esa búsqueda de felicidad y amor en tan particular situación; siendo la relación entre Demi Moore y David Duchovny el eje principal de esta subtrama romántica.

En resumen, entretenida comedia dramática, opera prima como director del alemán Derrick Borte (también coguionista), interesante en lo que tiene de original esa vuelta de tuerca a ese subgénero de "nuevos vecinos llegados a suburbio de clase media alta de ciudad norteamericana que no son lo que dicen ser" (podría pasar por piloto de una serie, tipo "Los Riches", "Meadowlands", e incluso " Mujeres desesperadas"), y en lo resultón de esa buena química que tiene la siempre agradable volver a ver Demi Moore con el apuesto Duchovny, e inquietante en lo real y factible que lucen esas agresivas técnicas publicitarias, que aunque en principio amenaza a menudencia puesta en marcha para el lucimiento de la pareja Moore/ Duchovny, acaba resultando una de esas películas que te dejan con la sensación de no haber perdido el tiempo con la apenas hora y media su visionado.