Entretenida e inquietante película, e interesante documento histórico (eran otros tiempos y el canibalismo como último recurso de supervivencia, al contrario que hoy en día el que solo es pasto de consideraciones morales- tragedia de Los Andes – era tema tabú, a la vez que frecuente en expediciones pioneras varias, por ejemplo, las también basadas en hechos reales, "Ravenous 1999", y la ultima que he visto sobre el tema, "The Donner party 2009"), en la que se nos cuentan los hechos por los que el famoso prófugo australiano Alexander Pearce se ha convertido en una leyenda, de esas con las que uno se encuentra recurrentemente en recopilaciones varias de famosos y míticos criminales (programas de radio, documentales, literatura, revistas y demás), como adorno tétrico en alguna que otra película (la australiana "Dying Breed 2008"), y como argumento de un buen mediometraje - también australiano - que nos cuenta esta historia tomando como hilo conductor al sacerdote que acompaña a Pierce en sus últimos días, "The Last Confession of Alexander Pearce 2008".

Arranca con la fuga de Pierce y 7 hombres mas, mostrándonos a través de una excelente fotografía de los parajes de Tasmania donde tuvieron lugar los hechos (ambos, parajes y fotografía, fundamentales en el buen resultado final), y de la voz en off narrándonos los pensamientos y reflexiones de Pierce (en gaélico, con subtítulos en ingles), el incierto porvenir que les espera por delante.

La primera vez que oí hablar de Alexander Pierce fue en una de esas joyitas que formaban parte de la sección "Pasajes del terror" (alrededor de 30 narraciones de unos 22 minutos sobre famosos criminales, muy fáciles de encontrar en la red en mp3), narrada por el malogrado Juan Antonio Cebrián en "La rosa de los vientos", luego me fui topando con Pierce en alguna que otra lectura, y finalmente vi la historia magníficamente recreada en la anteriormente citada, "The Last Confession of Alexander Pearce 2008", por lo que al enfrentarme al visionado de esta que nos ocupa, no las tenía todas conmigo en cuanto que conocía lo que iba a ver al dedillo, pero, primero esa exuberante y atractiva fotografía de los también magníficos parajes fueron captando mi atención, y luego, tras el siniestro sonido de un hacha hundiéndose en la carne humana y el truculento y terrorífico cariz que las buenas actuaciones de los implicados, y lo duro y áspero de la dirección (ya habían filmado la historia en el cortometraje, "Hell's Gates 2008", bautismo cinematográfico del director, Jonathan auf der Heide, con Oscar Redding también haciendo de Pierce, y alguno de los que aquí vemos repitiendo en algunos casos personaje), acabaron ganándome para la causa, haciéndome pasar un rato verdaderamente entretenido, y ganándose a mi juicio, el calificativo de buena y angustiante recreación de tan truculenta, y también angustiante historia.

En resumen, tanto si conoces los hechos, como si no, recomendable su visionado sin ningún lugar a dudas, y recomendable el mediometraje, "The Last Confession of Alexander Pearce 2008", si quieres saber más del personaje.