Dejando a un lado el hecho histórico que narra, esta película es una tremenda crítica al mundo de las altas esferas, del poder, un mundo repleto de oropels, protocolos y apariencias que casi siempre esconde ambición, intereses y traiciones incubadas en espera del momento oportuno. Un mundo, en suma, donde la lealtad, el respeto sincero o el amor no tienen mucha cabida. Y es que, en el momento en que el rey enloquece y deja de ser el rey para ser simplemente un hombre enfermo, nadie se preocupa verdaderamente de ese hombre.
Su hijo, por avaricia y deseo de poder (y por un recíproco resquemor con su padre), conspira para ser nombrado regente y sentarse en el trono, aún sin corona. Aquellos que le secundan no lo hacen por responsabilidad, por querer que la Jefatura del Estado esté en manos de una persona mentalmente cuerda, sino que pretenden congraciarse con el potencial nuevo líder y extraer de ello cargos, honores y riquezas. No les interesa si el monarca está bie o mal, si va a mejor o a peor, lo que quieren es apartarlo.
Y aquellos que se oponen a estas maniobras, con el primer ministro a la cabeza, no lo hacen porque consideren que es una cerdada para con el rey, sino porque saben que el príncipe se deshará de ellos y pondrá en los puestos de poder a sus propios leales. Tampoco les importa el estado del rey, sólo quieren que se cure cuanto antes (y si tiene que ser por las malas, sea pues). Incluso los que aparentemente le quieren de verdad tienen una actitud no demasiado entregada (spoiler1). Como colofón final, un desenlace en el que se demuestra que, como siempre pasa, a los que les toca pagar el pato es a los currantes (spoiler2).
Y, volviendo a la historia, como es lógico esta historia se toma diversas licencias que, dado que no afectan al mensaje, poco importan (la amante del príncipe era en realidad 5 años mayor que él y en la película los actores tienen justamente la misma diferencia pero al revés), aunque me hubiera gustado que las explicaciones finales no se hubiesen limitado a explicar la clase de enfermedad que tenía el rey y hubiesen aclarado algunas cosas (spoiler3).

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