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Voto de Messer E Vork:
7
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Western
El sheriff Matt Morgan (Kirk Douglas) ha jurado llevar ante la justicia al asesino de su esposa, una joven india. Su tarea se complica cuando se entera de que el padre del criminal es un viejo amigo suyo, el ganadero Craig Belden (Anthony Quinn). A pesar de todo, Morgan está decidido a arrestar al culpable y marcharse con él en el tren de las 9:00. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El sheriff Matt Morgan sigue la pista al asesino de su esposa hasta Gun Gill, donde descubre con desolación que se trata de Rick Belden, hijo único de un antiguo amigo suyo, el rico ganadero Craig (cacique del citado pueblo). Fue él, en compañía de su colega Lee y otros pistoleros, quien cometió la brutal atrocidad. Decidido a cumplir su objetivo de llevar al criminal ante la justicia, Morgan arresta a Rick. Pero Craig no le dejará salir de Gun Hill tan fácilmente.
La cinta de John Sturges huye de maniqueísmos y evita el presentar una historia de "buenos y malos" a la vieja usanza. Por el contrario, abundan los matices grises en ambos bandos. No se cae en el tópico del vengador justiciero y honrado, pues si Morgan no se plantea matar a Rick no es porque crea en la ley, sino porque considera que los meses de espera antes de la horca serán la mejor de todas las torturas. No busca "justicia", busca venganza. Es humano. Y en lo que respecta a los villanos de la función, Rick y Craig, pues no son más que un niñato sin seso y un buen hombre que antepone su amor de padre a todo, una reacción que en cierto modo se puede comprender. el resto de personajes tampoco son un dechado de virtudes: despecho, cobardía o simplemente dinero dictan sus actos.
Además, la película es realista en el sentido de que no nos ofrece una solución perfecta a todos los problemas que en ella se dan. Vengando a su mujer, Morgan traicionará a un viejo amigo y le privará de su único hijo. Salvando a su único hijo, Craig traicionara a un viejo amigo y hará que un horrendo crimen quede impune. Nadie, al fin de cuentas, quedará satisfecho gane quien gane la batalla, pues sabrá que alguien que no lo merece ha quedado perjudicado. Aún así, los dos personajes siguen adelante con sus respectivos propósitos, puesto que saben que es lo mejor para ellos y lo que (como marido uno y como padre el otro) deben hacer.
La cinta de John Sturges huye de maniqueísmos y evita el presentar una historia de "buenos y malos" a la vieja usanza. Por el contrario, abundan los matices grises en ambos bandos. No se cae en el tópico del vengador justiciero y honrado, pues si Morgan no se plantea matar a Rick no es porque crea en la ley, sino porque considera que los meses de espera antes de la horca serán la mejor de todas las torturas. No busca "justicia", busca venganza. Es humano. Y en lo que respecta a los villanos de la función, Rick y Craig, pues no son más que un niñato sin seso y un buen hombre que antepone su amor de padre a todo, una reacción que en cierto modo se puede comprender. el resto de personajes tampoco son un dechado de virtudes: despecho, cobardía o simplemente dinero dictan sus actos.
Además, la película es realista en el sentido de que no nos ofrece una solución perfecta a todos los problemas que en ella se dan. Vengando a su mujer, Morgan traicionará a un viejo amigo y le privará de su único hijo. Salvando a su único hijo, Craig traicionara a un viejo amigo y hará que un horrendo crimen quede impune. Nadie, al fin de cuentas, quedará satisfecho gane quien gane la batalla, pues sabrá que alguien que no lo merece ha quedado perjudicado. Aún así, los dos personajes siguen adelante con sus respectivos propósitos, puesto que saben que es lo mejor para ellos y lo que (como marido uno y como padre el otro) deben hacer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final es perfectamente devastador. Una muestra de que la vida puede truncar todo tipo de planes, incluso los contrapuestos.
Lee se enfrenta a Morgan para impedirle tomar el tren y éste lo liquida fácilmente, pero una de las balas que Lee dispara antes de caer muerto impacta erróneamente en Rick y lo mata en el acto. Morgan se quita las esposas que le unían al ahora difunto asesino de su mujer y se va, cansado de todo. Pero un furibundo Craig, corroido al ver el cuerpo de su hijo, le reta a duelo. Morgan es más rápido y Craig fallece.
Nadie gana, todo el mundo pierde.
Rick, que quería vivir, muere. Lee, que quería vencer a Morgan, es derrotado. Linda, que sólo quería quitarse el despecho de encima, termina viendo morir al hombre al que todavía amaba. Craig fracasa en su intento de proteger a su hijo y, al morir, deja a sus pistoleros y empleados sin trabajo.
Aunque el peor parado es el pobre Morgan. El chico al que quería ver sufriendo en espera de su ejecución tiene una muerte rápida e indolora; no consigue ni llevarlo ante la justicia ni darle muerte por su propia mano (de hecho, matando a Lee, termina paradójicamente vengándole). Y como colofón a tan desastrosa campaña, se ve obligado a dar muerte a su viejo amigo y, si es que en algún momento llegó a sentir algo por Lina, ver a ésta arrodillada junto al cuerpo de Craig desde el tren le quita todas las esperanzas.
Lee se enfrenta a Morgan para impedirle tomar el tren y éste lo liquida fácilmente, pero una de las balas que Lee dispara antes de caer muerto impacta erróneamente en Rick y lo mata en el acto. Morgan se quita las esposas que le unían al ahora difunto asesino de su mujer y se va, cansado de todo. Pero un furibundo Craig, corroido al ver el cuerpo de su hijo, le reta a duelo. Morgan es más rápido y Craig fallece.
Nadie gana, todo el mundo pierde.
Rick, que quería vivir, muere. Lee, que quería vencer a Morgan, es derrotado. Linda, que sólo quería quitarse el despecho de encima, termina viendo morir al hombre al que todavía amaba. Craig fracasa en su intento de proteger a su hijo y, al morir, deja a sus pistoleros y empleados sin trabajo.
Aunque el peor parado es el pobre Morgan. El chico al que quería ver sufriendo en espera de su ejecución tiene una muerte rápida e indolora; no consigue ni llevarlo ante la justicia ni darle muerte por su propia mano (de hecho, matando a Lee, termina paradójicamente vengándole). Y como colofón a tan desastrosa campaña, se ve obligado a dar muerte a su viejo amigo y, si es que en algún momento llegó a sentir algo por Lina, ver a ésta arrodillada junto al cuerpo de Craig desde el tren le quita todas las esperanzas.