Nos encontramos ante una historia que se muestra deliberadamente confusa desde el mismo inicio, que va dando quiebros argumentales y metiendo elementos psicotrópicos a punta pala. Una historia bastante desquiciada supeditada a un típico final sorpresa que no es precisamente original (apenas un año antes se había estrenado un filme con un argumento tremendamente parecido, protagonizada por John Cusack y Amanda Peet, y no dudo que habrá otros antes y los habrá después). En medio de todo, una atractiva Cristina Brondo a la que desnudan cada dos por tres, supongo que para evitar que algún espectador pierda el interés.
Al menos podría resultar pasable de no ser por la traca final (spoiler).