Resulta bastante complicado ver una película cuando a grandes rasgos ya te han contado de qué va y precisamente el misterio sobre lo que va a pasar es una de las bazas principales. Y, sin embargo, pese a la destripadora introducción en forma de monólogo y escena añadidos que los productores metieron por si acaso la gente no entendía nada, Dark City consiguió mantener mi interés en el asunto hasta el mismo final. Aunque probablemente sin ese destripamiento estaría mejor (al buen ritmo se le añadiría la sorpresa y una mayor intriga por lo que sucede). Lástima que la versión del director no esté disponible.
El argumento de la película (pura ciencia ficción con algo de reflexión acerca de lo que es el ser humano) es bastante sugerente e interesante, siendo muy acertada su combinación con una estética propia del cine negro. A destacar también una buena fotografía, que te sumerge en esa ciudad oscura y laberíntica de la que no hay forma de salir.
Respecto a los actores, Sewell interpreta correctamente a un protagonista alucinado que se despierta sin recordar quién es y con desagradables sorpresas sobre su pasado, Sutherland exagera un poco los gestos pero cumple, Connelly borda el papel de joven y modosa esposa y Hurt es creíble como atormentado detective pese a que se le podría haber sacado más partido. Los villanos de turno, Los Ocultos, son un poco extraños y en algún momento hacen gracia, pero como enemigos dan cierto respeto.

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