Como cada segunda parte, era de esperar, es una película mala, y si se trata de una segunda parte basada en una obra maestra del cine, se puede esperar cualquier cosa.

Si se levantara Hitchcock y viera lo que han hecho con su obra original, creo le daría algo, su obra original era una obra maestra, una obra de culto, indiscutible, el cine de un maestro.

Esta segunda parte tiene sus cosas buenas, desde el principio se ve como se riza el rizo y se intenta ordeñar a la vaca hasta los huesos, pero no da para más, Hitchcock dejó una obra muy bien terminada.

Esta segunda parte toma la esencia del original y se va por las ramas, haciendo una historia muy diferente, a veces intrigante, a veces interesante, pero para nada posee la maestría de la original.

La historia resulta absurda en muchos casos y cuando ya se ven las tripas de la historia, ya es el colmo.

Es el clásico terror de los ochenta y noventa, unas escenas intrigantes apoyadas en una música muy tensa, algo de gore barato y unas conclusiones absurdas, así podríamos resumir esta segunda entrega.