Spielberg es capaz de coger una patata y a un hombre y hacer de ellos la historia más bonita y dulce que te puedas imaginar, es un director comercial, sabe dirigir muy bien, es un gran director pero sus conocimientos no los utiliza para hacer obras maestras, le gusta hacer obras comerciales.

Aquí estamos ante un hombre que por cuestiones políticas se ha quedado sin nacionalidad en la zona cero de un aeropuerto y de aquí viene la historia base, sin duda, una historia formidable, un planteamiento genial.

Aquí viene Spielberg, él ve a un hombre que es capaz de mover a todo el personal del aeropuerto con sus historias de amistad, amor, lucha…son valores muy buenos pero el planteamiento según Spielberg es tan fácil y dulce que dan ganas de vomitar cuando los veo.

La mayoría de sus películas son muy fáciles (digo la mayoría porque tiene dos o tres obras maestras) porque son muy directas y están dirigidas al americano medio, es decir, un ser que no le gusta o que no sabe como pensar mucho.

La Terminal comienza bien, entretiene pero ya se sabe como terminará…su cine es evidente.
Le gusta hacer últimamente grandes y largas películas sobre temas muy patrióticos…todo es lo mismo, gran cine pero contado de la manera más fácil, está todo digerido, la digestión ya está hecha.

Entretenidas, pero nada más, se terminan de ver y ahí se quedaron, La Terminal quizás sea uno de sus peores trabajos.