Antes de pasar a formar parte de la pandilla de Danny Ocean, Matt Damon ya había probado el olor y el sabor de los casinos y sobretodo de las cartas.

Dirigida por Jeff Dahl, el film retrata el mundo (o submundo) del poker. El personaje principal, Mike (Matt Damon), es un estudiante de derecho con mucho futuro, pero tiene una debilidad: las cartas y su amigo “Gusano” Murphy (Edward Norton). Ambos le llevarán al borde de la ruina. El film es bastante previsible, pero la mano de Dahl se nota, al mostrarnos ese mundo oculto y desconocido que es el de los jugadores de poker, al retratar la atracción que ejerce sobre personajes normales (sobretodo el de Matt Damon) y muy bien apoyado en un reparto bien solvente.

A la presencia de los citados Damon y Norton, hay que añadir a John Turturro, John Malkovich o Martin Landau. Dahl, conocido por sus aportaciones al cine negro actual, sabe utilizar los mecanismos típicos del género para hacer un film cercano al género (aunque con una vocación claramente comercial), llevándolo a su própio terreno con un film que tiene el aire del cine negro pero que no está basado en ningún clásico conocido. Es una lástima que Dahl realice demasiadas concesiones a la taquilla, cambiando el tono general del film en un giro final “made in Hollywood”.