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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
9
Drama. Romance Tae-suk es un joven que ocupa temporalmente viviendas cuyos habitantes están ausentes. Nunca roba ni ocasiona daños en los hogares de sus involuntarios anfitriones. En realidad, es una especie de fantasma que duerme en camas ajenas, come algo de las neveras de esos extraños y retribuye su forzada hospitalidad haciendo la colada o arreglando alguna que otra avería doméstica. Sun-hwa, que en tiempos fue una hermosa modelo, se ha visto ... [+]
25 de julio de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta hace relativamente pocas décadas, el cine oriental nos llegaba con cuentagotas y siempre teníamos como referencia las (grandes) obras de los maestros Kurosawa, Mizoguchi, Ozu y otros. Pero aún siendo estupendos cineastas, hay otros buenos directores en la actualidad, no sólo japoneses sino representantes de todos los países orientales, de China, a Taiwan pasando por Hong-Kong, la India y Malasia y sin olvidar a Corea. De allí justamente es el director de esta película Kim Ki-Duk.

En apariencia, el director parece contarnos una película muy sencilla sobre un joven que se dedica a ocupar casas ajenas temporalmente deshabitadas, que un buen día encuentra a una compañera de correrías. Sin embargo, en este film de Kim Ki-Duk hay mucho más.

Durante gran parte del metraje, vemos al protagonista en su ritual habitual de colarse en las casas ajenas. Sin embargo, su actitud no es la de un ladrón. Casi al contrario, como si fuera un fantasma, se dedica a insuflar de vida lugares vacios, recorriéndolos silenciosamente, haciendo la colada, ordenando e incluso reparando algunos de sus aparatos. En esta vida de vacío en vacío, el protagonista se encuentra con su verdadera alma gemela, una mujer recluida en su casa, de hecho un fantasma como él, pero atrapada entre el lujo y la comodidad a que la tiene acostumbrada su despótico marido.

Es en este momento donde se produce el verdadero movimiento de una película en la que aparentemente no pasa nada. Vemos como su protagonista va de casa en casa para hacernos una idea de cómo es su vida, pero también servirá de contraste para ver la evolución de su personaje desde el momento en que se encuentra con ella. De hecho, él mismo tiene un vacío en su interior que va disimulando viviendo, o incluso suplantando, las vidas de otras personas en la vivienda de éstos. Sin embargo, cuando la conoce, ella es la que entra en su “casa” colmando ese vacío interior, es entonces cuando él se completa totalmente y puede ser realmente un “fantasma” en casi todos los sentidos.

Y todo esto lo cuenta el director con una economía de medios asombrosas, sólo con la ayuda de las imágenes, en un film sin apenas diálogos, de hecho el protagonista no dice ni una sola palabra, hablando por él sus gestos y su mirada. Es imposible sustraerse a la fuerza de las imágenes que el film de Kim Ki-Duk transmiten con profundos sentimientos como la soledad, la tristeza, la comunicación, el amor, etc. En una puesta en escena casi minimalista, pero perfectamente estudiada y muy inteligentemente dispuesta.

Este es uno de esos films en los que realmente lo que te cuenta no es tan importante como las reflexiones a que te lleva lo que vemos.
manulynk
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