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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
5
Comedia Sofía (Olivia Molina) nace prematuramente en una barbería. Durante 16 años crece entre los fogones y las mesas de la casa de comidas de sus padres hasta que se convierte en una prestigiosa cocinera. En su vida hay dos hombres muy importantes: Toni (Paco León), el hombre con el que se casa y tiene tres hijos, y Frank (Alfonso Bassave), que se convertirá en su amante. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador Joaquín Oristrell reúne un reparto eminentemente televisivo, para construir una película que gira alrededor de Sofia (Olivia Molina), una joven con talento para la cocina que se debate entre dos hombres bien diferentes, el formal, toni (paco leon) y el granuja Frank (Alfonso Bassave), con el añadido que su relación entre ambos tendrá su reflejo en su don para la cocina. Partiendo de una idea que ya vimos en "como agua para chocolate", el film trata de relacionar los platos que cocina Sofia con su estado de ánimo. Digo trata, porque salvo alusiones muy directas, nunca lo consigue, quedándose en la mera anécdota. El film es excesivamente deudor de su origen televisivo. No sólo su reparto, formado en diversas series televisivas, sino también su director dedica parte de su producción a este medio.

El problema del film no es que su origen sea televisivo estrictamente, aunque sí es cierto que la sensación final que queda es, precisamente, la de estar viendo algún capítulo de alguna de las series en las que pululan sus actores, los cuales no tienen ningún reparo en sacar alguno de los tics que emplean en sus otros personajes. Y no es que el reparto esté mal realmente, aunque el mérito parece más bien del guionista, adecuando los personajes a los registros que los actores están habituados. El film es excesivamente ligero y superficial no llegando nunca a trascender ni mucho menos a pasar de la anécdota que nos cuenta, avanzando la trama a base de breves escenas colocadas una encima de la otra.

Oristrell no consigue transmitir nada, si en la citada "Como agua para chocolate", en la que parece inspirarse, podíamos llegar a sentir una mezcla de sensaciones y de olores, aquí, se limita a mostrar a la protagonista en la cocina, pero sin que sepamos en muchos casos lo que está preparando, apuntando la cámara a Olivia Molina, y teniendo que conformarnos con sus gestos para imaginarnos lo que siente. De hecho, ninguno de los actores consigue transmitir más allá de lo que vemos. La dualidad entre Toni y Frank, no supera el estereotipo, limitándose ambos a mostrar las poses del marido tradicional y del soltero pendenciero, sin aportar nada más allá del cliché que interpretan.

En definitiva, sus registros no destacan ni por arriba ni por abajo, ofreciéndonos lo que se espera de ello. Lo mismo sucede con el personaje de Sofia, quien no consigue transmitir sus dudas internas, ni mucho menos reflejar su estado de ánimo en los platos que cocina. Total, que Oristrell nos cocina un plato sencillo, con ingredientes plenamente reconocibles, cocido a la temperatura adecuada y de fácil digestión destinado a comensales más bien poco exigentes y ya habituados a un menu más bien "normalito".

En definitiva, se desaprovechan los medios que ofrece la gran pantalla para ofrecernos algo más que un largo capítulo de hora y media de duración que tienen un principio y un final.
manulynk
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