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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
6
Drama China, 1936. Shangai es un hervidero donde se mezclan intrigas políticas, refugiados de diversos países, fuerzas militares extranjeras y negocios internacionales. En medio de esta vorágine, tiene lugar el encuentro de Sofía (Natasha Richardson), una bella condesa rusa forzada por las circunstancias a trabajar como camarera y bailarina para mantener a su familia, y Jackson (Ralph Fiennes), un diplomático ciego y pesimista que ha quedado ... [+]
22 de agosto de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador James Ivory, vuelve a adaptar una novela de Kazuo Ishiguro (El mismo autor de "Lo que queda del día"), aunque en esta ocasión la acción se situa en tiempo y un lugar muy diferente: el Shangai de 1936 a punto de ser invadido por los japoneses. En este lugar, bullicioso y con la amenazadora sombra de una guerra, coinciden dos personajes. Por un lado Sofia (Natasha Richardson), perteneciente a la nobleza rusa, que junto a lo que queda de su familia se ven obligados a exiliarse a Shangai, donde malviven gracias en parte a que Sofia pasa las noches como acompañante de baile para marineros. Por el otro, Jackson (Ralph Fiennes), un ex-diplomático norteamericano, ciego que deambula por los garitos de Shangai hasta que decide regentar uno.

El film gira alrededor de ambos personajes, con un tratamiento que recuerda en mucho al de el mayordomo y el ama de llaves de "Lo que queda del día", pero narrado en un contexto algo más trágico. Trágico por el pasado que arrastran ambos. Sofia tenía una vida cómoda en su Rusia natal, antes que los bolcheviques redujeran su mundo a bailar con cualquier que pague para ello por las noches y a una cama compartida que sólo puede usar por las mañanas, mientras tiene que soportar las miradas reprobadoras e ingratas de su hermana, y tiene que sacar adelante a una hija. Jackson, es una persona que vive con desgana, debido a unos trágicos sucesos que le privaron de la vista y las ganas de vivir entre otras cosas. Ambos personajes parecen moverse como sonámbulos que caminan al borde del abismo, condenados a encontrarse y a entenderse pese a que no quieren saber nada el uno del otro.


En este contexto, Ivory ilustra su historia que como viene a ser habitual en su filmografía, tiene una factura visual impecable. Pese a que se mueve mucho más a gusto en los interiores de los escenarios, los exteriores no desentonan del todo, y por lo menos le sirve para contextualizar su historia. Aunque es cierto que se limitan a unas pocas postales de época, con la excepción de la escena coral del final de la película. El problema es la frialdad y distancia con que narra esta peculiar relación entre dos personas perdidas en Shangai. No parece problema de dirección de actores, puesto que tanto Natasha Richardson como Ralph Fiennes están más que correctos, quizás es que Ivory le presta más atención a la forma que al fondo y para cuando terminamos por conocer el drama personal de Fiennes, el espectador no termina de empatizar. Quizás es que hay demasiado formalismo y contención durante todo el film, de forma que cuando llega el momento que los sentimientos salgan a la luz, no nos lo terminemos de creer. Además Ivory se desenvuelve bien a la hora de retratar a la familia de Sofia en pocas pinceladas, pero hay detalles como la relación de Jackson con el misterioso señor Matsuda, o casi todo lo que envuelve al personaje de Jackson que no puede ser retratado de la misma forma. En resumen, el film peca de excesivo ejercicio de estilo y de muy poco corazón, lo que le quita realismo.
manulynk
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