Robert Luketic, un “experto en la materia” es el principal culpable de este film. Es cierto que hay un cierto esfuerzo por ofrecernos algo diferente. Lo más evidente es la pareja protagonista, inédita hasta hora, compuesta por Catherine Heigl, y Gerald Butler. La primera cada vez más alejada de su papel televisivo que le dio fama, y al mismo tiempo, cada vez más encasillada en el terreno de la comedia, interpretando a una “mujer del siglo XXI”, a la que el éxito profesional no es acompañado de igual forma por una plenitud sentimental. En estas irrumpe en su vida laboral Mike Chadway (Butler), en forma de nuevo presentador rompedor, un tipo que viene a representar todo lo que ella odia en un hombre, pero que al parecer sabe más de las relaciones entre hombres y mujeres que ella.

Visto de esta forma, no cabe duda que lo que nos presenta Luketic no es nada novedoso: es la típica guerra de sexos basada en dos personalidades totalmente diferentes condenadas a entenderse. Y ello pese a que intenta darnos unas pequeñas dosis de incorrección con el personaje de Chadway que parece un personaje más tipico de los films de Apatow y compañía.

De alguna forma, parece que Luketic ha intentado personificar en el personaje de Heigl la corrección de la comedia clásica y en el personaje de Butler la incorrección de la Nueva Comedia, para tratar de fusionar ambos estilos en un mismo film. El resultado es, con excepción de algún breve pasaje, bastante decepcionante, no porque no funcionen los personajes de Butler y Heigl, que están bastante correctos en sus papeles aunque la verdad es que no hay mucha química entre ambos (algo que seguramente sea deliberado por parte del realizador), sino sobretodo porque se trata de una película totalmente previsible desde sus momentos iniciales. Y sobretodo porque se trata de un film absolutamente vacio de contenido. Luketic desaprovecha las mejores ideas del guión sobretodo en lo que se refiere al personaje de Heigl, una clara visualización de la mujer moderna, liberada y de éxito profesional, quien pese a seguir a pies juntillas los preceptos sagrados de las revistas y libros de autoayuda, está totalmente sola en su vida, y sólo cuando acepta las soeces ideas de su compañero-enemigo de trabajo es cuando consigue atraer a algún hombre a su vida.

Pero Luketic no es un realizador que busque ningún trasfondo especial en sus films, como ha demostrado a lo largo de su carrera, y su preocupación es que el film “brille” y nos ofrezca la ración habitual de comedia, que pretende presentarse como algo fresco, disfrazada de híbrido escatológico y un vocabulario que tiene de todo menos corrección, pero que bajo esa pátina de incorrección se oculta el mismo tipo de film de siempre. Y es que aunque la mona se vista de seda.... La cruda realidad es que todo sigue igual en la comedia americana.