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Voto de Sibila de Delfos:
8
Aventuras. Acción. Drama En Islandia, en pleno siglo X, un príncipe nórdico (Skarsgard) busca vengar a toda costa la muerte de su padre. (FILMAFFINITY)
6 de mayo de 2022
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quien vea El hombre del norte, queda avisado: si buscan un espectáculo comercial con la emotividad de Gladiator, Troya o, por citar un precedente mucho más reciente, la propia serie Vikingos, no lo va a encontrar. El hombre del norte es Robert Eggers en estado puro, pese a que se haya hecho con la intención de ser la cinta más comercial del realizador de La bruja y El faro.
De hecho, El hombre del norte no destaca precisamente por sus escenas de acción (que las tiene, aunque no tantas como cabría esperar; ver el ataque de los berserkers al poblado, una secuencia extraordinaria) o por su violencia, en absoluto tan extrema como se había dicho. Por contra, todas las escenas que detallan diversos rituales (y hay unas cuantas...) son puro Robert Eggers, como decíamos, con esa mezcla de ambiente malsano y respeto ancestral por la tradición. Hay, sorprendentemente, escenas también puramente "shakespearianas", como el momento en que Amleth habla directamente a su espada. Una pequeña aclaración para avispados pseudo-críticos... queridos, no es que El hombre del norte se inspire en Hamlet, sino más bien todo lo contrario. El bardo de Stratford, que no se distinguía precisamente por la originalidad de sus argumentos (por no decir directamente que plagiaba, en el sentido que hoy damos al término), se inspiró en la leyenda del príncipe Amleth para escribir su obra maestra sobre el malhadado y atribulado príncipe de Dinamarca.
Pero sobre todo, El hombre del norte es una cinta absolutamente maravillosa en lo técnico. Desde la realización de Eggers, uno de los directores más impresionantes del momento, hasta los efectos visuales, pasando por la fotografía (oscura y en tonos azulados, grisáceos y blancos "sucios"), el montaje, el vestuario o la dirección artística, El hombre del norte es cine de primerísima categoría. Sin duda, una de las películas más espectaculares que vamos a ver este año. Y qué decir de la relación entre Amleth y Olga y la admirable manera en que Eggers la lleva. Una relación en la que los dos se tratan como iguales, pese al rampante machismo de la época, se ayudan y se salvan mutuamente en muchas ocasiones, y son perfectos compañeros de vida el uno del otro.
Además, es llamativo cómo los excelentes actores que ha reunido Eggers frente a la cámara se adaptan perfectamente a lo que quiere el realizador y el estilo de actuación que impera en sus películas. Gran ejemplo de ello son un breve pero arrebatador Ethan Hawke o sobre todo Nicole Kidman, que está soberbia, como siempre (atención a su conversación con Amleth cuando este se revela, y en cómo se ríe). Anya Taylor-Joy encaja como un guante en el personaje de Olga (maravilloso personaje femenino, fuerte y decidida) y en los mundos de un director que la lanzó al estrellato con La bruja, y tiene una química fantástica con un Alexander Skarsgard que jamás había estado mejor. Y esto es mucho decir cuando hablamos del Perry de Big Little Lies, pero cómo el sueco pone carne, alma y músculos a Amleth es una gozada de ver por su capacidad de expresión, entrega y carisma. Un carisma, por cierto, que le falta a Claes Bang. Sin desmerecer el talento del actor danés, cuesta no imaginar qué podría haber sido Fjölnir en manos de un Viggo Mortensen, por ejemplo, un Michael Fassbender o incluso el propio Ethan Hawke, si se hubieran intercambiado los personajes.
Si no se lleva el sobresaliente es porque se hace excesivamente larga. Toda la preparación de Amleth para su venganza mientras trabaja como esclavo de Fjörnir podría haberse acortado perfectamente diez o quince minutos para aligerar el ritmo. Además, la narración peca de fría, en su intento por mantenerse fiel al estilo narrativo del director y evitar los convencionalismos. Toda la pasión que desprende la ya mencionada relación entre Amleth y Olga es la que falta en general en el resto del relato, hasta el punto de que es difícil identificarse con la épica venganza del príncipe.
Seguramente, una de las mejores obras cinematográficas de 2022, aunque no la vayamos a ver en las entregas de premios. Que a nadie le sorprenda que sea vista como una obra maestra dentro de unos años.

Lo mejor: La épica que rezuma, la maravillosa realización de Eggers, la relación entre Amleth y Olga, y la interpretación de los actores (especialmente Skarsgard, Kidman y Taylor-Joy).
Lo peor: Le sobran quince minutos y mucha frialdad en su narración, y Claes Bang no era el actor más apropiado para dar vida a Fjölnir.
Sibila de Delfos
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