Entendiendo que a sus hijas Lolita y Rosario no les gustase una película que explora muchos de los temas de la vida de Lola Flores que no son cómodos de explorar, como su tormentosa relación con Manolo Caracol o los inicios, también curiosos (vamos a decirlo así), de su matrimonio con "El Pescaílla", lo cierto es que Lola es una película entretenida y llena de fuerza.
Se ve que ha faltado presupuesto e incluso algo de tiempo, y la realización de Miguel Hermoso no es la mejor, pero sin duda está llena de suficientes momentos que atrapan al espectador y consiguen interesarlo en la vida de una de las más célebres artistas de la segunda mitad del siglo XX español.
Buena parte del mérito, por supuesto, es de Gala Évora, que está sencillamente fabulosa. En aquel momento, era conocida sólo como una de las integrantes del grupo Papá Levante (las de "Me pongo colorada", gran exitazo del año 2000), pero aquí demostró que puede ser una extraordinaria actriz. Lástima que después, y pese a estar nominada al Goya por si recreación de La Faraona, se haya prodigado tan poco.
Una película correcta, sin más.