Hace poco, comenté en la película El hombre que mató a Don Quijote que quejarse a estas alturas de que el cine de Terry Gilliam es raro resulta estéril y absurdo. Pues lo mismo ocurre con David Cronenberg. A estas alturas, decir que su cine no es fácil, es extremo y no apto para todos los paladares resulta una tontería.
El problema que conlleva tener una personalidad cinematográfica tan marcada como la del realizador de La Mosca es que o se lo ama o se lo odia. No hay mucho término medio. Personalmente, el Cronenberg que más me gusta es el que hizo tan buen cine negro con la dupla Una historia de violencia- Promesas del Este, pero el más clásico es este, el de la ciencia-ficción mezclada con terror.
eXistenZ se estrenó en el mismo año que Matrix y, como aquella, juega con la dualidad entre realidad y ficción, pero ahí terminan las similitudes. eXistenZ es una película del llamado "body horror" (otra forma de decir gore) que juega continuamente con los planos de realidad hasta que llega su sorprendente final, sin duda lo mejor de una película realmente confusa y que pone a prueba la paciencia del espectador.
Jennifer Jason Leigh (qué cambiada está ahora...) y Jude Law hacen una buena pareja en registros muy alejados de lo que ambos están acostumbrados, especialmente Law.