Si West Side Story 2021 es mejor o no que la primera versión de 1961, es algo que tendrán que decidir los más fans del musical de Bernstein y Sondheim y, en última instancia, todos los espectadores.
Lo que sí está claro es que, se sea o no un enamorado de la historia de Tony, María, los Jets y los Sharks, West Side Story es una de las mejores películas de 2021. Y lo es porque si de algo sabe Steven Spielberg, su director, es de hacer cine comercial con calidad, directo a la emoción del espectador, con una producción elegantísima y de primera y sin descuidar el ritmo. Todo eso es su WSS, un entretenimiento espectacular, pero con capacidad para fascinar a la crítica y llegar a las ceremonias de premios. Es decir, lo que suele conseguir el Rey Midas de Hollywood, todo un maestro de este tipo de cine, o de cine en general.
Además, las canciones suenan originales pese a que las hayamos oído mil veces, y Spielberg sabe sacar lo mejor a un reparto con multitud de rostros poco o nada conocidos. Tiene especial mano con las actrices, y ahí están las excelentes interpretaciones de Ariana DeBose, Rita Moreno y Rachel Zegler para demostrarlo. Sin embargo, hace también muy buen trabajo con Mike Faist (el Connor original de Dear Evan Hansen en Broadway) como Riff y con Ansel Elgort como Tony, pese a que le falta algo de carisma en algunos momentos (como "Something's coming", y si han escuchado a Aaron Tveit interpretándola,
por ejemplo, sabrán a qué nos referimos).
En definitiva, puede que no termine de gustar a algunos que no sean muy fans del original, o resulte excesivamente larga, pero sin duda es una película estupenda y muy bonita.

Lo mejor: Lo cuidado que está todo y la mano mágica de Spielberg para conseguir este resultado.
Lo peor: Es muy larga, sin duda, y hay canciones que no terminan de lucir como deberían.