Turbulence es espantosa. No me extraña que tenga una puntuación tan baja. Ni sus famosos actores la salvan.
Una suerte de mezcla entre thriller policiaco y proclama feminista (la mujer agredida por un hombre malo malísimo que ha de luchar como la que más, ensangrentada, por supuesto), todo dentro del siempre amenazante y jugoso espacio fílmico que es un avión, para dar con un resultado que, sí, más o menos puede entretener, pero que hace aguas por todas partes y es de un maniqueísmo y una ridiculez que asustan.
Terrible.