Cinta coproducida entre Reino Unido y USA, que no me ha convencido casi nada.
Con realización y guion de Joanna Hogg, entra en los meandros del cine de misterio, con rasgos fantasmagóricos, interesante de por sí, pero narrado todo con una parsimonia que le acerca al tedio, cuando no al aburrimiento en alguna ocasión.
Su pretendido clímax envolvente, en lo que a mi respecta no alcanza la excelencia, como no sea técnicamente al utilizar una exquisita fotografía a cargo de Ed Rutherford y, sobre todo, de una estupenda Tilda Swinton, que borda sus dos papeles, sobre todo, la de la madre.
Pero no me ha gustado el ritmo y creo que las poquitas situaciones que aparecen en la historia no tienen fuerza dramática alguna, por lo que no logran ni azorar ni inquietar ni evocar tan siquiera a los pasados, presentes y futuros devenires de los dos personajes principales. Además de todo ello, tienen que pasar 80 minutos para saber lo que ya se intuye desde los 15.
La olvidaré casi de inmediato al no haberme aportado nada nuevo.

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