Berlanga, un 7 con dos, mayormente críticas positivas. No me lo explico. El guion no es que sea infantiloide, es todavía peor. No me reí ni una vez. El ritmo es acelerado, lo que provoca sueño. Todo se centra en el chascarrillo, en la broma tontorrona, en la bobería buenista. Lo que a partir de entonces iba a ser un estilo común en el cine español, lo vemos nacer aquí: Los personajes gritando todo el rato, exagerando las acciones hasta el hastío. Y, por supuesto, la burla del rural, del ciudadano común del pueblo pequeño, la prepotencia del director.

El Sr. Berlanga debe tener muchos apoyos, si no no se explica su deificación. A él sí lo han subido al púlpito, a tenor de lo que he observado en esta cinta. Veo demasiadas nocividades para una cinta que se califica de genial. Esta claro que su alineamiento político es lo que ha propiciado los vítores hacia él.

El título no es una exageración. De hecho, los últimos 25 minutos no los llegué a ver. Una película que no me hacía gracia, que intentaba venderte su cosmovisión, que no me interesaba lo que ocurriera pues era todo despropósito... ¿Para que terminar de verla?